Especialistas del Hospital Infanta Cristina de Badajoz, el único de la región al que llegan los casos que precisan de cirugía cardíaca para su tratamiento, pidieron ayer una mayor coordinación con los centros sanitarios de la red pública extremeña para reducir los índices de mortalidad por endocarditis infecciosa.

Esta solicitud se deriva de las conclusiones de un estudio realizado por la Unidad de Patología Infecciosa y el Servicio de Cirugía Cardíaca a 145 pacientes aquejados de esta infección, producida por la agresión de microorganismo sobre el endocardio que tapiza las cámaras del corazón y que los responsables de ambos servicios, Agustín Muñoz y Fermín González, calificaron de "muy grave".

Ambos pidieron la elaboración de un protocolo destinado a coordinar todos los esfuerzos preventivos y de diagnóstico. Así, González sugirió que "sería bueno" que el Infanta Cristina actuara como centro de referencia no solo para operar, "sino para ayudar a los pacientes desde que se detecta la infección"; y Muñoz pidió a médicos de familia, urgencias y odontólogos que "extremen" las medidas profilácticas con el fin de evitar infecciones de las válvulas incluidas en infinidad de prótesis cardíacas. "No en vano --dijo--, buena parte de las personas infectadas en la actualidad por endocarditis son portadoras de marcapasos, catéteres o desfibriladores implantados".

En el estudio se describe el perfil del paciente en la región como varón mayor de 60 años, y en cuanto a las cifras de mortalidad, un 12%, se advirtió que son "más bajas" que las del resto del territorio nacional, tras compararlas con otros "destacados" hospitales como el Gregorio Marañón, en el que se alcanza un 26%.

Un dato que "llama la atención" es que el 89% de los enfermos derivados al Hospital Infanta Cristina para tratar endocarditis infecciosa proviene de la provincia de Badajoz, lo que para los autores del estudio "podría deberse" a que los pacientes cacereños se traten en otros hospitales ajenos a la red extremeña.