La huelga convocada por el Sindicato Médico de Extremadura (Simex) para el próximo viernes provocó ayer la primera tensión dialéctica con el Servicio Extremeño de Salud. El secretario general del Simex, José Ignacio Vilella, justificó el paro de 24 horas de los médicos por razones "estrictamente laborales", dado el "reiterado incumplimiento" por parte de la Consejería de Sanidad de acuerdos firmados desde el 2006, e incluso desde la época del Insalud.

Vilella aseguró que la convocatoria "no tiene ninguna intención de influir en la vida política", ya que los cerca de 4.000 afiliados de Simex "pertenecen a todas las ideologías y tendencias", recalcó.

No lo ve igual la consejera de Sanidad. María Jesús Mejuto fue categórica al asegurar que la huelga es a todas luces "política". A su juicio, el colectivo ha tenido un año para "hacer esas reivindicaciones" y, sin embargo, las lleva a cabo cuando están cerca las elecciones municipales y autonómicas. La titular de Sanidad no se quedó ahí y acusó a los médicos de ser un colectivo "privilegiado", algo que choca, dijo, con las decisiones que tiene que tomar el Gobierno autonómico en el momento de crisis actual.

Por parte de los médicos, Vilella y Manuel Carmona desgranaron ayer las razones de la huelga y no descartaron ampliar la convocatoria a abril si el problema se enquista. Respecto a los servicios mínimos, plantean que la sanidad funcione "como un domingo".