La colaboración entre los ministerios de Medio Ambiente e Interior ha permitido que el servicio de guardas fluviales de la Confederación Hidrográfica del Tajo y los agentes del Seprona hayan inspeccionado en los últimos tres años 2.000 pozos ilegales, lo que ha supuesto la apertura de alrededor de 1.000 expedientes.

El secretario de Estado de Medio Rural, Josep Puxeu, hizo ayer este anuncio durante la entrega al Seprona de la Guardia Civil de treinta motocicletas y diverso material para la vigilancia y protección del dominio publico hidráulico en la cuenca del Tajo.

El programa tiene como objetivo vigilar y denunciar actividades ilícitas, como la extracción de áridos, pozos ilegales, obras de canalización, vertidos y navegación en los embalses.

Para Puxeu, la entrega de este material "pone en valor el esfuerzo continuado y el trabajo encomiable de estos hombres y mujeres del Seprona, que gestionan un recurso básico para el desarrollo y futuro de nuestro país como el agua".

Es patrimonio de todos, señaló, "preservar la naturaleza y el buen estado del agua", además de un "honor colaborar para que los ríos, pantanos y humedales estén protegidos".

Dieciocho de las nuevas motocicletas serán destinadas a los municipios extremeños de Valencia de Alcántara, Valverde del Fresno, Plasencia, Caminomorisco, Casatejada y Cáceres.

Además de los vehículos, el MARM aporta también 10 unidades de GPS, 10 unidades de faros halógenos, 10 unidades de máquinas hidrolimpiadoras, 10 impresoras de color, linternas y 6 unidades de laboratorio portátil para análisis de agua.

El general del Servicio de Protección de la Naturaleza presente en el acto, Alfonso Escuer Mur, subrayó por su parte la importancia de esta entrega, ya que confirma que "la colaboración entre distintos organismos de la administración es la mejor fórmula para un servicio eficaz al país y a sus ciudadanos".