Silencio. Esa es la respuesta que está ofreciendo el Ministerio de Medio Ambiente a todo interesado en conocer la situación administrativa en la que se encuentra el proyecto de la refinería en Extremadura. No importa que el que solicite la información sea la propia empresa promotora, cansada de una espera que se prolonga ya seis años. Da igual que estén en juego unos 1.000 millones de euros en inversión, la posible creación de miles de puestos de trabajo, la conservación de los valores naturales de toda una comarca como Tierra de Barros o el temor de la sociedad y las autoridades andaluzas a que esta instalación de refino y su oleoducto comprometan el futuro de uno de los parajes más emblemáticos de España, el Parque Nacional de Doñana. El ministerio no facilita a nadie ningún tipo de aclaración sobre la situación del proyecto pese a que ya han transcurrido tres meses desde que comunicó al Grupo Gallardo que no necesita más documentación para resolver el expediente de su declaración de impacto ambiental (DIA).

"No hemos recibido ningún tipo de comunicación sobre en qué situación está ahora mismo el proyecto. Según estas tramitaciones, el ministerio no tiene que comunicar nada a los promotores, sino publicar la resolución, y hasta el momento no lo ha hecho, a pesar de que, tanto la ministra, Rosa Aguilar, como la secretaria de Estado para el Cambio Climático, Teresa Ribera, comentaron en septiembre que el expediente ya estaba cerrado y que en tres meses se resolvería", explican desde Gallardo. Sobre esta base y teniendo en cuenta que la ley establece un plazo de tres meses para resolver la DIA una vez recopilada toda le información, el grupo empresarial entiende que diciembre es la fecha límite para que el Gobierno emita su dictamen. "A día de hoy no sabemos nada", apuntan estas fuentes, que recuerdan que "el expediente de este proyecto ha llevado demasiado tiempo --entró en Medio Ambiente en el 2005 y se comenzó a analizar en el 2008-- si lo comparamos con otros de similares características (Cepsa en Huelva y Repsol en Cartagena) y no es entendible, ni para nosotros, ni para la opinión pública en general y para la extremeña en particular, este trato tan negligente y discriminatorio".

Ese mismo silencio, esa misma opacidad y esa demora es de la que también se quejan los grupos ciudadanos y conservacionistas que se oponen al proyecto. "Hemos solicitado información al ministerio para saber en qué situación se encuentra el proceso, pero no hemos recibido respuesta. Ni nosotros ni otros colectivos ni particulares", apuntaban ayer desde la Plataforma Refinería No. El ministerio, ahora en funciones y a la espera de cambios cuando el PP tome posesión del Gobierno, tampoco contestó ayer a los requerimientos de este diario para que aclarase el estado de tramitación del expediente.

Todo ello alimenta las sensaciones --"convicciones", aseguran en algunos colectivos-- de los grupos antirefinería, que piensan que el ministerio ya tiene terminado el proceso, que la DIA será negativa y que, por ese motivo, el Gobierno socialista está retrasando el anuncio de la decisión, a la espera de que se produzca el traspaso de poderes.

El Grupo Gallardo, por su parte, insiste en la viabilidad de la refinería, "un proyecto que es técnica, económica y medioambientalmente viable y que ha cumplido con todos los requisitos legales, medioambientales y administrativos existentes".