THtablar de energías renovables en Extremadura es hablar de una de las fuentes de riqueza más importantes con las que hemos contado hasta ahora y podremos contar en el futuro. Las energías fotovoltaica, termosolar y la biomasa ofrecen enormes oportunidades para el desarrollo de nuestra región.

En los últimos años este sector ha atraído millones de euros en inversiones, algo que jamás había pasado en nuestra historia, y ha creado de forma directa miles de nuevos puestos de trabajo, desde operarios cualificados, a cargos medios y de alta responsabilidad. Además, de forma indirecta, se ha beneficiado a muchas empresas, autónomos y profesionales.

Con todo, creo que Extremadura no se ha beneficiado lo suficiente de esta primera oleada. Es mucho el valor añadido que hemos perdido o que ha ido a parar fuera de la comunidad.

Aunque en la actualidad la puesta en marcha de nuevos proyectos termosolares ha descendido, la culminación de la mayoría de las construcciones y el comienzo de su actividad, gracias a las tareas y trabajos de mantenimiento y operatividad, permitirán la existencia de cientos de puestos de trabajo por más de 30 años. No menos importante son los proyectos de fotovoltaica, que aun a pesar de la falta de ayudas (no cobrarán primas), se siguen tramitando. Proyectos con inversiones superiores a trescientos millones de euros, que absorberán en su construcción a entre 600 y 700 trabajadores cada uno, a los que se sumaran los que conllevará su mantenimiento.

Pero lo mejor para la dinamización de la economía extremeña está por llegar con el despliegue de la biomasa y el autoconsumo con o sin balance neto, aún sin explotar. La biomasa fomentará el nacimiento de muchas pequeñas empresas locales de recogida, acopio, transformadoras e incluso de grandes distribuidoras.

En cuanto a las pequeñas instalaciones fotovoltaicas y minieólicas, la bajada de los costes nos permite afirmar que las inversiones necesarias se podrán amortizar en siete u ocho años, posibilitando el disfrute de la energía consumida a coste prácticamente cero (sólo un pequeño mantenimiento), por más de 30 años. No cabe duda de que esto también propiciará muchas nuevas empresas y empleos.

Todos perdemos mucho si no se hace un esfuerzo por parte de la Administración en la legislación del desarrollo de las energías renovables. Apostar por ellas supondrá acelerar de forma clara su irremediable implantación en nuestra cotidianidad. Los intereses generales de toda la sociedad, además de razones medioambientales y económicas, nos obligan a avanzar en esa senda. Renunciar a este desarrollo supone renunciar a puestos de trabajo, a inversión, a economía social y seguir atentando de forma indiscriminada contra el medioambiente. En definitiva, estaremos dando la espalda a una fuente de riqueza que directamente nos beneficia en el presente y a las generaciones venideras.

No es fácil entender como las como la Administración regional, en el pasado, y posteriormente la nacional, no han propiciado, e incluso han dificultado, la existencia de energía eólica en Extremadura. La Asociación Empresarial de Energías Renovables de Extremadura (Aerex) sigue apoyando de forma decidida a los promotores, que en su mayoría mantienen sus proyectos, a pesar de las trabas, impedimentos y cortapisas que constantemente tienen que sortear.

Desde Aerex queremos dejar claro, que defendemos todas las renovables (por el potencial que tenemos es más lógico apostar por las solares y la biomasa), y hacemos un llamamiento explícito a las administraciones regional y nacional, para que de forma decidida apuesten por este sector energético, cuyo valor estratégico y estructural es patente, ya que junto con el fortalecimiento de sector primario agroganadero, supondrá un acicate sin parangón para el asentamiento de nuestra población rural y para la dinamización de nuestra economía.