El mejor aceite de oliva virgen extra de España germina al amparo de la Sierra de Gata. Allí, en la pequeña localidad de Eljas, nace la almazara As Pontis y su aceite Vieru Denominación de Origen Protegida (DOP) Gata--Hurdes, cuyo Premio Alimentos de España al Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra, otorgado por el Ministerio de Agricultura, se suma al listado de 102 galardones que la joven compañía ha recibido en solo cuatro campañas y ocho años de vida.

Aunque más que aceite, Miguel Angel Carrasco, maestro de almazara y fundador de la empresa, prefiere que se hable de "aove", acrónimo que avala a este tipo de óleo y que promueve una cultura más cuidada sobre el aceite de oliva.

Es esa calidad diferenciada, una elaboración escrupulosa, el impulso en tecnología puntera e investigación y la confianza en el saber hacer tradicional de los olicultores cacereños lo que ha impulsado el éxito de esta empresa familiar.

As Pontis, que se abastece de alrededor de 1.500 agricultores que cultivan la variedad manzanilla cacereña, exporta a 21 países de tres continentes (Europa, América y Asia), con un volumen de negocio de unas 250 toneladas al año.

El destino final del aove son tiendas especializadas de restauración y 'gourmet', para un público que busca un producto cuidado y donde la calidad y el aporte tradicional primen, nada de ventas masivas.

"Por cada 20 kilos de aceituna se produce un litro de aove. Tenemos un coste de producción elevado y obviamente hay que cubrilo. Nuestro aove aporta una cantidad de antioxidante y de nutrientes muy importante. Por eso no me gusta hablar de competencia, porque cada uno tiene un mercado diferente, nosotros buscamos al consumidor que apuesta por la calidad", explica Carrasco.

La "excelencia" es una máxima que se repite también en el aove ecológico Vieru, considerado como el 4º mejor aove del mundo, según Carrasco.

"Tenemos una versión ecológica y otra convencional del Vieru y para ambos se mantiene la elaboración escrupulosa. Tal es así que por ejemplo en un concurso en Japón la botella verde (el convencional), campeón de España, quedó en posición premier y la otra quedó en oro, justo debajo. O sea que hemos llegado a un nivel en el que nuestros productos compiten entre ellos, lo cual nos agrada mucho", relata.

El hoy maestro de almazara antes era técnico en carrocería de vehículos y desde un sector tan alejado del olivar pudo ver claro que existía un potencial en la zona y un nicho de mercado que había que aprovechar.

"Tenemos una aceituna muy sana y un olivar muy bien cuidado pero también hacía falta otra forma de hacer las cosas. Yo vengo de una familia del campo y creo que hay que promover el esfuerzo de esos agricultores. Algunas veces parece que se les minusvalora y en mi opinión el 80% del peso de un producto recae en ellos", dice.

Por eso, considera a sus olicultores voz fundamental en el proceso de elaboración, donde se cuida al máximo la conservación del aroma y del sabor, y también parte de la familia de As Pontis (Las Fuentes en castellano), una empresa que ya mira a la tierra desde su propio nombre, procedente de la fala, el habla tradicional de la zona de Gata.

La almazara mira a su futuro con optimismo. Aumentar las ventas en el mercado nacional y afianzar los clientes internacionales son solo los siguientes pasos naturales, pero el proyecto más apasionante para Carrasco es el próximo centro de turismo que As Pontis planea abrir y cuyo proyecto ya ha empezado a poner en marcha, en el que "cultura, patrimonio, gastronomía, aove y salud" se darán de la mano, en un espacio que hará tangible la filosofía de la marca.

Una filosofía que se resume en el lema "U traballu ben feitu non cansa", que enunció la ministra de Agricultura Isabel García Tejerina mientras les entregaba el premio.