La lista de espera quirúrgica, a cierre del pasado junio, disminuyó en 20.970 pacientes, un 0,63% menos que en el mismo mes de 2017. En comparación con la reducción registrada en las listas de espera de consultas externas (-8,21%) y en las de pruebas diagnósticas y terapéuticas (-18,87%), el descenso de la quirúrgica es menor. El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, explicó que esto responde a que las listas de espera son «vasos comunicantes», por lo que cuando hay «más consultas» se prescriben «más intervenciones quirúrgicas», y si se «reduce» el número de consultas, se incrementan los pacientes que están pendientes de operarse.

A esto se suma, según Vergeles, el «problema» con cirugía plástica de Cáceres, que «no está totalmente arreglado», al tiempo que mencionó un «tercer problema», el que registran los espacios de quirófanos en las áreas sanitarias de Cáceres y Plasencia. Vergeles destacó que en Cáceres se «solucionará» con el nuevo hospital, mientras que en el Hospital de Plasencia esperan «resolver la situación complicada de las obras» de los quirófanos que dejó «el Gobierno anterior». En los mismos hay que hacer una «revisión de oficio» porque al llegar al gobierno regional se encontraron que «había obras hechas que no estaban pagadas», por lo que tienen que «hacer una tasación por parte de la dirección facultativa de la obra» de cuáles son los trabajos que se han hecho para que la Junta pueda «indemnizar» a la empresa por las obras acometidas.

Una vez hecha esta indemnización, se podrán «recepcionar las obras» y a partir de ahí habría que «acondicionar» los espacios de quirófanos. Vergeles señaló que las obras «tendrán una escasa cuantía», según su cálculo de 50.000 o 60.000 euros, para que «podamos tener disponibles esos quirófanos a finales de 2018 o principios de 2019».