Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Badajoz esclarecieron el pasado día 4 de agosto un caso de ciberacoso entre menores que investigaban desde septiembre del año pasado.
La investigación comenzó tras una denuncia interpuesta en la comisaría de la ciudad, en la que la madre de un menor informaba de la sustracción de la cuenta de correo electrónico de su hijo, menor de edad, y la posterior utilización de la misma para "insultar y calumniar" por internet a contactos de la cuenta del chico. Los agentes corroboraron la veracidad de los hechos gracias a que varias personas aportaron conversaciones mantenidas a través del programa de mensajería instantánea Messenger.
El supuesto autor de la suplantación había mantenido conversaciones de índole sexual con algunos contactos del menor, de muy corta edad, y había proferido insultos a través del servicio de audio, según ha confirmado el Cuerpo Nacional de Policía.
A principios de agosto se consiguió la "plena identificación" del presunto autor de estos hechos, menor de edad conocido por la víctima por ser compañeros de colegio, y trasladaron el caso a la Fiscalía de Menores. Cabe destacar que a la víctima le ha ocasionado "graves perjuicios" el caso, teniendo que ser atendido por psicólogos y perdiendo el curso que estaba estudiando debido al gran número de asignaturas suspensas.
VALORACIONES Patricia Caballero, psicóloga y especialista infanto-juvenil, afirma que el ciberacoso entre menores es un problema muy complejo en el que intervienen un gran número de variables como la edad, el apoyo social y familiar, el tipo de acoso y la duración de éste. Cada caso es distinto, y no existe un único modelo de víctima o acosador. "El mayor riesgo es el aislamiento", afirma, "y en los casos más graves puede llevar al menor a plantearse incluso el suicidio". El aislamiento social, así como los cambios bruscos de comportamiento y humor, son las señales principales de peligro. La ayuda familiar, psicológica y, en su caso, legal, debe activarse cuanto antes para conseguir que el acoso desaparezca y que perjudique al niño lo menos posible.
"En la prevención está todo el trabajo", asegura la socióloga Pilar Contreras, quien manifiesta la necesidad de que padres, profesores y educadores sensibilicen a los jóvenes. La también decana del colegio oficial de doctores y licenciados en Ciencias Políticas y Sociología de Extremadura avisa de la peligrosidad de que aumente la tolerancia a la violencia y de que algunos comportamientos violentos no sean atajados desde el principio. Afirma que los niños están constantemente expuestos a mensajes gestuales o verbales agresivos, pero sólo los casos más graves trascienden. "El acoso ha existido siempre", indica, pero el uso de las TIC facilita el anonimato y la impunidad del acosador, y es ahí donde radica la gravedad del problema.
