Extremadura cuenta con 65 fosas de víctimas de la guerra civil y del franquismo, de entre las 2.740 en España que constan en el mapa del Ministerio de Justicia, que ha acordado con las comunidades autónomas actualizar este registro pues se cree que la cifra es muy superior.

En Extremadura, 44 fosas se encuentran en la provincia de Badajoz y 21 en la de Cáceres, de acuerdo a este mapa que detalla la actuación realizada en cada una de ellas, como exhumación total o parcial, si los restos han sido trasladados al Valle de los Caídos, o si se ha conseguido identificar a las víctimas, informa EFE.

Quintana de la Serena, en Badajoz, y Villasbuenas de Gata, en Cáceres, son los municipios con mayor número de fosas, cuatro en cada caso.

Los 44 enterramientos de la provincia pacense se encuentran en 34 municipios y además de Quintana de la Serena, tienen varias fosas Campillo de Llerena, con tres, y Badajoz, Calamonte, Feria, Mirandilla y Torremejía, con dos en cada uno.

En la provincia de Cáceres el mapa del Ministerio recoge la existencia de 21 enterramientos de este tipo en 16 municipios. Solo dos localidades tienen varias fosas: la mencionada Villasbuenas de Gata y Miajadas, con tres.

Muchos de los restos hallados en las fosas de la comunidad fueron trasladados al Valle de los Caídos, en bastantes casos en marzo de 1959.

Esto sucedió con los restos de 71 víctimas, de las que solo se pudo identificar una, hallados en una fosa de Logrosán, y con los de las 60 personas que fueron encontrados en la conocida como ‘Fosa de los Legionarios’ en Badajoz.

En ese año, 1959, y también en mayo del 1967, fueron trasladados al citado conjunto monumental los restos de 49 víctimas, de ellas 45 no identificadas, de una fosa en Trujillo.

Como dato destacado, figura que Torremejía fue el primer pueblo de España donde se realizaron exhumaciones por iniciativa municipal tras un acuerdo en el Pleno del 28 de junio de 1979. La exhumación se llevó a cabo el 17 de agosto de 1979.

Las víctimas eran 33 vecinos de la localidad, que fueron fusilados en 1936 y enterrados en una fosa en el cementerio viejo, un lugar donde hoy hay un parque público denominado ‘Jardines de la Libertad’ y que tiene un mausoleo con una gran cruz donde aparecen los nombres de las víctimas.

También puede considerarse una de las precursoras de la recuperación de la memoria histórica en Extremadura la localidad del Valle de la Serena, cuando en marzo de 1979, un mes antes de las primeras elecciones democráticas, se recogieron los restos de 70 víctimas de la represión franquista que fueron asesinadas en 1938 y 1939, y que estaban enterradas en cuatro lugares.

Sus propias familias decidieron exhumarlos y hacer constar sus nombres en cuatro lápidas que rodean un mausoleo en su homenaje.

También en 1979, gracias a la iniciativa de la Alcaldía y de los testimonios de los mayores del lugar, se recogen los restos de fusilados que se encontraban desperdigados en fosas comunes por todo el término municipal de Calamonte y se erige un obelisco en el cementerio con el nombre de 30 víctimas del pueblo.

Por otro lado, y en una excavación de Cabeza la Vaca, se encontraron los cuerpos de aproximadamente 40 personas que fueron fusiladas y presumiblemente inhumadas en una fosa común en el cementerio municipal.