Los funcionarios de la Subdelegación del Gobierno en Badajoz encargados de la tramitación de los permisos deben ser muy meticulosos con ello. Es importante comprobar y certificar mediante diversa documentación que el reclamante es la misma persona que aparece en los viejos documentos españoles anteriores a 1976. En este proceso también se cotejan las huellas dactilares del solicitante con las que aparecen en el documento nacional de identidad.

El alcalde de Olivenza, Ramón Rocha, reconoce que existe un mercado negro en el Sáhara de documentos españoles incautados hace 30 años que se venden para que los compradores inicien los trámites de solicitud de la nacionalidad española. Los saharauis aseguran que se llega a pagar más de 6.000 euros por un libro de familia.