El delegado de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Mérida, Manuel Balastegui, informó ayer por la mañana de que el dispositivo especial de emergencias por las inundaciones había sido desactivado ante la "mejora de las condiciones" meteorológicas y especificó que sus efectivos siguen en "alerta", pero no "alarma". A su paso por la ciudad, resultaba evidente la bajada del nivel del Guadiana, en el que comenzaron a hacerse visibles de nuevo parte de los terrenos de la Isla, que desde el martes estaban completamente cubiertos por el agua.

Balastegui resaltó la vuelta a la "normalidad" de los pantanos, ríos y arroyos, si bien advirtió que desde el consistorio continuaban atentos a los puntos más conflictivos de la ciudad: la calle Anas, el barrio de San Antonio y la Ronda de los Eméritos. El delegado de Obras, Francisco Miranda, informó por su parte de que se está comenzando a analizar los daños, sobre todo en la zona ajardinada de la Isla,de la crecida del Guadiana por la ciudad, si bien aseguró que no será posible hacer una estimación definitiva hasta que las aguas recuperen su nivel habitual.

Al sol matinal de ayer le siguieron chubascos intermitentes por la tarde, aunque de menor intensidad que los de los últimos días. Más preocupación causan los desembalses, como el del cercano pantano de Alange, si bien desde la Junta y la Confederación Hidrográfica se lanzaron mensajes de tranquilidad.