La Mesa Extremeña de la Caza condenó ayer el maltrato y abandono de perros, para lo que pide la aplicación "contundente" de las penas actualmente previstas en la normativa, al tiempo que aboga por que las administraciones realicen campañas divulgativas de la norma, comprometiéndose a trabajar también en ello.

Al mismo tiempo, considera "imprescindible" que se delimiten correctamente los supuestos incluidos como maltrato, de forma que no se genere "confusión" entre lo que son casos de malos tratos a animales y modalidades tradicionales cinegéticas que se desarrollan con el mayor de los respetos a los perros. En este sentido, criticó la "manipulación" que hacen las organizaciones "autodenominadas ecologistas tratando de criminalizar al conjunto del sector cinegético" por prácticas "aisladas" que la propia Mesa de la Caza considera "deleznables y condenables". Así, aseguró que en 2015 se tramitaron en la región 11 denuncias penales relacionadas con el maltrato y abandono de perros, de las que nueve correspondieron a casos vinculados a la caza y el resto a otras razas no cinegéticas, según los datos del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona).

En el caso de faltas administrativas por estas mismas causas, en el caso del sector cinegético --en el que hay más de 100.000 personas-- alcanzan las 12, por el 16 de otras razas, tal y como precisó en un comunicado de prensa. La Mesa Extremeña de la Caza aseguró que si se suman los casos administrativos y penales tramitados por el Seprona por maltrato y abandono, éstos han afectado en total a 94 animales, de los que 74 (casi el 80%) no tiene relación con el sector cinegético. Asimismo, la Mesa ha defendido que son una entidad que apuesta por "un modelo sostenible de caza con una alta carga conservacionista" y que la caza con perro es una modalidad de gran tradición en el país que es "una de las mayores muestras de convivencia y respeto entre el hombre y la naturaleza".