Iberdrola (dueña del 53%), Endesa (36%) y Naturgy (11%), las tres propietarias de Almaraz, lograron llegar a un acuerdo para el futuro de la central nuclear tras meses de disputas. La hoja de ruta acordada fue (y sigue siendo) que el reactor I se parará el 1 de noviembre de 2027, mientras que el segundo lo hará el 31 de octubre de 2028.

En concreto, supuso que los dueños de la infraestructura cacereña pidieran 7,4 años de prórroga, a contar desde la fecha de abril de 2020 en que expira la licencia para el primer reactor; y 8,3 años para el segundo. Se garantizan así 25 años de actividad económica y empleo (en total desde el citado acuerdo), ya que además de la prolongación de la vida útil, estará el periodo de trabajos de predesmantelamiento y desmantelamiento.

La clave principal para que consiguieran aunar posturas se basó en contemplar unas inversiones (principalmente en materia de seguridad) de 400 millones de euros, con la posibilidad de crecer hasta el 50% y llegar hasta los 605 millones de máximo. El acuerdo recoge, asimismo, que si se dieran las circunstancias de ampliar esa cuantía porque así lo estableciera el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), las tres propietarias deben volver a sentarse a negociar.

«La prórroga se lleva a cabo bajo un marco de viabilidad económica razonable y con los más altos estándares de seguridad y fiabilidad», destacaron tras el acuerdo desde Iberdrola. REDACCIÓN