Me llamo Qiao Ping Liu y nací en una ciudad del tamaño de Cáceres llamada Zhe Jing situada a más de 2.000 kilómetros de Pekín. Mi madre es profesora de Lengua China en un instituto y mi padre es capataz de un equipo de electricistas profesionales. Tengo tres hermanas que viven en España. La mayor, en Madrid, donde tiene un restaurante chino y un almacén que sirve a mayoristas. Yo soy la segunda. La tercera vive en Alicante, donde posee un restaurante asiático y otro almacén que surte a bazares chinos. La pequeña está en Huelva, donde regenta dos restaurantes chinos y una tienda de ropa. Todas están casadas y tienen hijos. Mi padre me dijo que España estaba 100 años por delante de China y que las chicas tenían más libertad.