La incapacidad permanente de conseguir y mantener una erección suficiente para tener relaciones sexuales se denomina disfunción eréctil y es el problema sexual más frecuente entre los hombres, de todo el mundo, de España y de Extremadura, además de una preocupación latente en buena parte de los varones, temerosos de no dar la talla en la cama.

Cuando se presente este problema es importante identificar las causas, porque a veces puede aparecer como síntoma de otros trastornos, como pueden ser el estrés, la ansiedad o enfermedades orgánicas como la diabetes, el colesterol elevado, o problemas cardiovasculares, según defendieron ayer en Badajoz el urólogo y andrólogo Jesús Murillo y Raúl Torres, coordinador de la Campaña Nacional de Salud Sexual, amparada por la Asociación Española para la Salud Sexual e impulsada por los laboratorios Lilly.

ENCUESTA La campaña parte de una encuesta nacional sobre las preferencias sexuales de los españoles, donde los extremeños salen tan bien parados como sus congéneres.

Según este estudio, el 34% de los varones de Extremadura reconoce haber sufrido fallos puntuales de erección, es decir, que ha tenido alguna vez "un gatillazo". Eso no significa que estos encuestados tan sinceros padezcan una disfunción eréctil, que sólo ocurre cuando el fallo es persistente. En estos casos, Murillo quiere lanzar el mensaje de que existen tratamientos que ayudan a recuperar la normalidad sexual.

Sin embargo a ellos les preocupa y llega a condicionar los encuentros sexuales posteriores. De hecho, el 62% de los extremeños teme no estar a la altura de las expectativas de su pareja en la cama. La media nacional es el 56%. Esta preocupación es mayor cuanto más jóvenes. Murillo reconoce que tal vez haya tenido que ver que la mujer es cada vez más exigente con su sexualidad.

El estudio también entra en contenidos y así de la encuesta se desprende que el 62% de los extremeños tiene fantasías sexuales, algo menos que el resto de los españoles. Lo curioso es que entre los que fantasean, la mayor parte de sus sueños son con su propia pareja, que debía estar cerca del teléfono en el momento de la encuesta.