Las migas extremeñas compiten, junto al pollo al chilindrón aragonés y a otros dieciocho clásicos de la gastronomía nacional como la paella valenciana, el gazpacho andaluz o la tortilla de patata por convertirse en una de las siete maravillas gastronómicas de España.

La lista la completan la fabada asturiana, la ensaimada mallorquina, las papas arrugadas con mojo picón de las Islas Canarias, la quesada pasiega cántabra, la crema catalana, el pisto manchego, el cochinillo asado segoviano, el marmitako vasco, el pulpo a la gallega, el cocido madrileño, los paparajotes murcianos, las alcachofas con almejas de Navarra, las patatas a la riojana, el jamón ibérico y el turrón de Jijona.

La iniciativa, promovida por Allianz Global Assistance, busca proponer que la cultura culinaria española sea Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, según ha informado la organización, que ha puesto en marcha una votación en línea que durará hasta el 20 de agosto.

México, Francia, Japón y la cocina Mediterránea (representada por Croacia, Marruecos, Portugal, Italia, Chipre, Grecia y España) ya ostentan este título y la elección de las 7 Maravillas Gastronómicas españolas tiene como objetivo la consecución de esta distinción para España, han apuntado.