La manifestación convocada por Apag y Asaja Extremadura congregó ayer en Mérida a unos 1.500 agricultores y ganaderos, según fuentes de la Delegación del Gobierno, aunque las organizaciones convocantes cifraron la asistencia en 4.000 personas.

Se manifestaron ante la situación de "ruina" que vive el sector agrario en la región y para exigir a la Junta "diálogo" con los profesionales del campo para tratar de buscar soluciones a su situación. Por ello, bajo el lema No a la ruina del campo y con gritos como Extremadura es una dictadura o Ibarra dimite, el pueblo no te admite , la movilización partió de la sede de las organizaciones agrarias en el Polígono Cepansa hasta las puertas de Presidencia de la Junta, donde hubo pequeños altercados con la policía.

ALTERCADOS Uno de ellos se originó cuando los agricultores manifestantes se saltaron la zona acordonada, que dividía en dos la plaza del Rastro, en la que se ubica la sede de la Presidencia, para llegar a escasos metros de la puerta de la misma.

Tras ello, y al intentar mediar con los agentes policiales, el presidente de Asaja, Angel García Blanco, cayó al suelo, lo que generó un tumulto de gente y concluyó con la carga policial contra un manifestante. Blanco aseguró no dar mayor importancia "al empujón del policía". Sí acusó a la Delegación del Gobierno en Extremadura de dar órdenes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad presentes de "atacar a los manifestantes y crear incidentes de ese tipo".

Según dijo, la manifestación tenía como objetivo obligar a la Junta de Extremadura a abrir un proceso de diálogo con los representantes de los agricultores, indicando que la situación actual que atraviesa el campo es "insostenible", con pérdidas que cifró en 360 millones de euros como consecuencia de la sequía, la enfermedad de la lengua azul , los incendios y la subida del precio del gasóleo, entre otros diversos factores causantes de la situación.

Por su parte, el presidente de Apag-Extremadura, Bibiano Serrano, criticó que "la democracia brille por su ausencia" en la región, indicando que la manifestación convocada contó con la correspondiente autorización para estar en la plaza del Rastro, por lo que pidió "que no se provocara más, que el campo está para no provocarlo".

La manifestación de ayer en Mérida concluyó con la tirada de decenas de huevos hacia la sede de la Presidencia, a pesar de que los responsables de Asaja y Apag no lo apoyaron al tratarse de una convocatoria "pacífica".

FRACASO PARA LA JUNTA Con esta manifestación de Extremadur, se inicia la campaña de movilizaciones convocada por Asaja en todo el territorio nacional que se llevará a cabo a lo largo del otoño ante la falta de respuestas ante los graves problemas que afectan a los agrarios de nuestra comunidad autónoma.

Por su parte, la Junta de Extremadura ha calificado la manifestación como un "rotundo fracaso", debido a la escasa asistencia de personas. Ante ello sostienen que el campo extremeño no necesita de ese tipo de actos, sino del trabajo y de las ideas de todos para ayudar al sector ante la complicada situación que, a causa de la falta de lluvias sufre la agricultura y la ganadería.

Desde la Junta se afirma que el fracaso ha sido tal que lo único que se ha conseguido es que los ciudadanos no pudieran acceder ayer a las dependencias de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente para realizar sus gestiones cotidianas, ya que la situación no lo permitía.