Con ´¡Han matado a Prokopius!´, el dramaturgo Alfonso Sastre no solo volvía a los escenarios después de varios años, sino que lo hacía con un teatro equiparable a la novela negra. Así es la investigación del crimen de un político de Herri Batasuna. Un policía falangista y su ayudante, la hija de un militante comunista asesinado por Franco, deberán resolver la muerte.

Este montaje, que se representa hoy en el teatro Alkázar de Plasencia, discurre en un cubo que simboliza un frontón, un escenario vasco de juego habitual en muchas ciudades de esa región. A su vez, el cubo está dentro de un paisaje inspirado en Hondarribia, el lugar donde vive el autor de Escuadrón hacia la muerte . La obra forma parte de una trilogía protagonizada por el mismo servidor de la ley.