El soldado Rubén Rangel Vizuete, de 25 años, fallecido ayer al producirse un desprendimiento de tierra mientras realizaban prácticas de escalada en el municipio pirenaico de Canfranc (Huesca), estaba empadronado en Ahillones (Badajoz), donde viven sus padres y familia.

Además del joven militar al menos otros tres resultaron heridos al producirse un desprendimiento de tierra mientras realizaban unas prácticas de escalada en la zona de Coll de Ladrones.

Según relató a Efe Rosendo Durán, el alcalde de este pequeño municipio pacense de unos mil habitantes, los padres del joven son del pueblo, a donde regresaron hace unos años, y el propio joven está empadronado en el mismo y lo visitaba con mucha frecuencia "por lo que la noticia ha caído como una bomba".

Recordó que era un joven "muy alegre" y que en el pueblo, al ser pequeño, todos lo conocían, además que de que con muchos existía relación de parentesco.

Rosendo Durán indicó que en cuanto la familia tuvo conocimiento del suceso la noticia "ha corrido por todo el pueblo", que ya ha decretado tres días de luto por el fallecimiento.

Además, se ha puesto a disposición de la Delegación del Gobierno en Extremadura por si fuese necesaria su colaboración para el funeral, aunque desconocía ayer tarde cual sería la decisión de los padres al respecto.

UN PROFESIONAL Según informó el Ministerio de Defensa, el fallecido era natural de Elda (Alicante) e ingresó en el Ejército de Tierra en octubre de 2013 y fue destinado en el Regimiento de Cazadores de Alta Montaña de Jaca, donde continuaba su labor.

El soldado fallecido, soltero, estuvo desplegado en 2015 en Afganistán y estaba en posesión de la Medalla Otan por su participación en la operación Resolute Support.

Desde Defensa se asegura que las prácticas de escalada que llevan a cabo las unidades de montaña se realizan con "bastante frecuencia" al ser una prueba que los integrantes de estos grupos deben de conocer.