Ala espera de que su reivindicación llegue "a quienes realmente pueden dar una solución para que la mina no se cierre", los trabajadores de Aguablanca sienten que sus demandas están calando cada vez más entre la sociedad local.

La primera noche de encierro en los altos del mercado de abastos de Monesterio ninguno de los trabajadores encerrados pudo dormir. "Estamos muy preocupados. Ha sido una decisión dura, aunque sabemos que contamos con el apoyo y el calor de nuestros vecinos". Así explicaba Jesús Ferrero, miembro del comité de empresa de Río Narcea, el estado de ánimo de quienes tienen previsto mantener este encierro de manera indefinida hasta conseguir que la multinacional minera dé marcha atrás a su pretensión de cierre de la explotación de níquel y cobre de Monesterio.

CADA VEZ MAS "Tuvimos que parar a quienes quisieron sumarse para pasar la primera noche de encierro con nosotros". De esta forma explica Ferrero el apoyo recibido por sus compañeros, quienes llegadas las primeras luces de la mañana fueron sumando a las quince personas que pernoctaron en la improvisada habitación en la que se ha convertido el salón de actos de la antigua sede de la Mancomunidad de Tentudía.

Los trabajadores encerrados no están solos. "Anoche mismo recibimos la visita de los alcaldes de las localidades afectadas por el cierre de la mina", explica el representante de CCOO en el comité de empresa, aunque para quienes mantienen este encierro, está siendo fundamental el apoyo de la ciudadanía. Las puertas del edificio, en cuya fachada principal han desplegado una gran pancarta en contra al cierre de la mina, permanecen abiertas y son muchos los vecinos que se acercan para testimoniar su apoyo. "Unos nos traen víveres, otros la prensa, e incluso hubo quién nos trajo churros para desayunar...". A las visitas de los vecinos se suman las de los medios de comunicación, muy pendientes en todo momento de cuanto ocurre alrededor de este encierro. La sala principal del edificio es un ir y venir de informadores gráficos, periodistas y cámaras de televisión. Mientras tanto, los encerrados pasan las horas del día en largas conversaciones sobre su incierto futuro, muy atentos a los medios a través de las redes sociales y la prensa digital, o distrayéndose en largas partidas de ajedrez.

EL MEDIADOR En cuanto a la reunión del próximo jueves, día 25, en la que volverán a sentarse representantes de los trabajadores y empresa, que inicialmente estaba prevista en Monesterio, finalmente se celebrará en Mérida, en la sede de la Fundación de Relaciones Laborales de Extremadura. Cabe recordar que en la reunión del pasado lunes la empresa solicitó la intermediación de este organismo, aunque lo que determine el mediador, en este caso no será vinculante. "Podría serlo, si ambas partes aceptaran", manifiesta Leocadio Núñez, de la federación de UGT; no obstante ante la petición que los representantes sindicales hicieron a los de la empresa, "estos no se pronunciaron". Lo que sí se conoce es el nombre del intermediador. La fundación ha designado a Juan Manuel Fortuna, que fuera director general de Trabajo en el anterior gobierno de Fernández Vara.