El ministro de Fomento, José Blanco, ha afirmado hoy en el acto oficial de puesta en servicio de la Autovía Trujillo-Cáceres (A-58), que con la inversión en este tipo de infraestructuras se favorece "la vertebración del territorio y se mejora al cohesión social" de España.

Blanco ha estado acompañado en este acto por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; el de la Asamblea de Extremadura, Juan Ramón Ferreira; la delegada del Gobierno en la región, Carmen Pereira; y los alcaldes y alcaldesas de la poblaciones por donde transcurre la autovía.

El ministro ha subrayado que con la inauguración de la A-58 cumple el compromiso que adquirió con el presidente de los extremeños, "un total de 47 kilómetros en los que hemos invertido más de 136 millones de euros".

"Con la apertura de este tramo dotamos a Cáceres de un acceso por el este de gran capacidad y conectamos de manera estratégica el nuevo Complejo Hospitalario de Cáceres, al que podremos acceder desde a autovía", ha apuntado, al tiempo que ha declarado que el trayecto Madrid-Cáceres se podrá realizar en 2 horas y 40 minutos.

Blanco también ha informado de que la A-58 conectará en el futuro con la Autovía de la Plata por el sur de Cáceres, y en este sentido ha indicado que el Gobierno central impulsará el estudio informativo de la Ronda Sur cacereña, "ya les anuncio que someteremos a información pública en el primer trimestre de 2010", ha adelantado.

Por su parte, Fernández Vara ha manifestado que esta infraestructura viaria se ha finalizado antes del plazo previsto, y ha añadido que se trata de una vía "que nos une por fuera, pero también por dentro".

El presidente del Ejecutivo extremeño ha subrayado que esta autovía "tiene un inmenso valor porque hay que considerarla de forma transversal, sin olvidar el puesto de vista del turismo".

Asimismo, ha incidido en que la capital cacereña contará "dentro de muy poco con cinco salidas por autovía, las dos de la A-66, ésta, la que unirá a Cáceres con Valencia de Alcántara y la ya prevista con Badajoz".

El tramo que se ha puesto en servicio hoy tiene 11 kilómetros de longitud y discurre íntegramente por el término municipal de Cáceres.

El Gobierno de España ha destinado más de 30 millones de euros para la construcción de este trazado.

El tramo comienza en el enlace de Santa Marta de Magasca, ejecutado dentro del tramo precedente de la autovía, que se puso en servicio el 15 de diciembre de 2008.

Desde este primer enlace, la traza mantiene una orientación este-oeste y discurre completamente paralela a la actual N-521 hasta llegar a Cáceres.

En el inicio del tramo se cruza el río Guadiloba mediante dos puentes paralelos de 62 metros.

Igualmente se procede con el arroyo de Guadarroyo pero, debido al desvío del cruce, la longitud de las estructuras alcanza en este caso los 104 metros.

Cerca de la mitad del recorrido se ubica un enlace de tipo glorieta superior que da acceso a la cercana población de Sierra de Fuentes y a la carretera N-521, que funcionalmente sirve como vía de servicio de la autovía.

El enlace dispone de dos estructuras de planta curva de 25 metros.

Para resolver la conexión con el futuro nuevo Hospital de Cáceres, se ha proyectado una glorieta que constituye el punto de finalización de la autovía y el inicio de la penetración a Cáceres por medio de la carretera N-521, cuya calzada se duplica.