Extremadura dispone de puntos para observación de aves repartidos por todo su territorio. Además del Parque Nacional de Monfragüe existen otros espacios muy bien acondicionados para la observación de aves en la comunidad autónoma.

La variedad de ecosistemas facilita esta actividad. Además, el trabajo de la Junta de Extremadura, Red Extremeña de Desarrollo Rural, grupos de acción local y ayuntamientos ha posibilitado la construcción de observatorios y espacios que evitan cualquier molestia a las aves durante su contemplación.

Así, el embalse de Talaván es excelente para divisar a las grullas y a todo tipo de aves que allí pasan el invierno.

En el embalse de Arrocampo se encuentra entre Almaraz y Saucedilla. Por sus especiales condiciones de temperatura tiene abundancia de peces, lo que propicia la presencia del águila pescadora, la garza imperial o la agachadiza, entre otras muchas.

Muy cerca de Coria, desde Cachorrilla, se encuentran los Canchos de Ramiro, donde se contemplan aves acuáticas, buitres leonados, cigüeñas negras o búhos reales.

SIERRA DE SAN PEDRO La Sierra de San Pedro es un espacio natural protegido entre las dos provincias, con abundancia de buitres leonados y negros, esta última una especie muy codiciada entre los aficionados a la contemplación de aves.

Otro lugar interesante es el Parque Natural de Cornalvo, que cuenta con un observatorio de aves muy cerca del centro de interpretación del parque, desde donde pueden verse águilas culebreras, cigüeñas negras y aves acuáticas.

El puerto Mejoral en la Serena es un espacio ideal para contemplar el paso de aves invernantes.

En Navalvillar de Pela se encuentra el parque periurbano de la Moheda Alta, donde son comunes las anátidas y paseiformes, además del curioso y elegante elanio azul.

También otro lugar magnífico para la contemplación de las aves del Monasterio de Tentudía es Calera de León, especialmente rapaces y pequeños pájaros.