El presidente extremeño, José Antonio Monago, anunció ayer que la Junta compensará "muy pronto" y, por decreto, la subida del IVA cultural hasta el 21%, para que al espectador solo le repercuta un 13%, e invita a sus "vecinos" del resto de España a que sigan su ejemplo. En cuanto al debate sobre el déficit, Monago pidió a los catalanes que en lugar de cuestionar a Extremadura, "apunten bien el tiro" y dirijan sus críticas a Andalucía, por ser esta la que, a su juicio, "gasta más de lo que recibe" e insistió en reclamar objetivos igualitarios.

"El Gobierno de España pensó que la cultura sólo eran los de la ceja --los artistas que lanzaron una campaña en apoyo del expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero--, y no era así. Y aunque hubiera sido así tampoco hubiera tenido un pase. La cultura nos diferencia del resto del mundo y España tiene que vender al mundo su cultura", esgrimió el dirigente regional. De este modo, confirmó en un desayuno informativo del Fórum Europa-Tribuna Cataluña en Barcelona la próxima materialización del anuncio que hizo hace unos meses: los extremeños no pagarán el mismo IVA del 21% que se aplica en el resto de España, sino que sólo les repercutirá el 13%.

La Junta de Extremadura, gobernada por el PP, hará deducciones y bonificaciones a la industria cultural para conseguir rebajar el impacto de la subida de este impuesto, una tasa que, insiste, "el Gobierno debería bajar hasta equipararse con el resto de la UE". En este sentido, Monago recordó que el IVA cultural más alto de la UE, sin contar con España, es el de Portugal, donde se paga el 13%.

En cuanto al debate sobre el déficit, el dirigente se mostró comprensivo con las críticas de los catalanes a quien "gasta más de lo que recibe", pero negó que esa sea la situación de Extremadura, sino de Andalucía; "así que apunten bien el tiro", planteó. También hizo una férrea defensa de la región como cumplidora de los objetivos de déficit e insistió en solicitar al Gobierno topes igualitarios y no asimétricos.

"No entiendo estos cambios de rumbo, son un auténtico engaño a las autonomías que han cumplido y lanzan un mensaje muy peligroso a Europa, ya que se favorece el no cumplimiento. Si cumplir o no cumplir tienen el mismo efecto, ¿para qué cumplir?", insistió. Para él, la asimetría no es posible porque "no existe una carta objetiva para ver quién aporta más y menos".

Al respecto, Monago explicó que su posición en materia de déficit es la misma que la del ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, en los años 90, aquella que defiende que "el control del déficit público debe tener algunas compensaciones", según recoge un comunicado de la Junta. Además, el presidente señaló que prefiere que el Gobierno de España, en lugar de reducir el objetivo de déficit, ayude con sus recursos a las autonomías con más dificultades o con más tasa de paro a impulsar el crecimiento económico y manifestó la necesidad de que se reduzca el Estado.

"NO ANTICATALAN" Por otro lado, el presidente extremeño explicó que no es el "anticatalán", que defiende a los catalanes "siempre", pero no a Gobiernos de la Generalitat que "no están a la altura de anteriores". "Si la política catalana sustituyera la actual hoja de ruta en la que se encuentra inmersa por nuevas políticas que a corto plazo no les renten políticamente, beneficiarían a largo y de largo, sin duda, a los catalanes", aseguró.

El máximo responsable del Ejecutivo regional recordó que tras partir del segundo déficit más alto de toda España en 2011 con el 6,8%, a cierre de 2012 se situaba en el 0,7%, cumpliendo con el objetivo fijado no solo para el 2012, sino el del 2013 antes de que se relajara hasta el 1,2%. Por ello y porque Extremadura es una las comunidades en España con más presión fiscal, Monago justificó que su gobierno bajará los impuestos e insistió en la necesidad de combinar políticas de austeridad y crecimiento económico tanto en la región como en el resto de España.

El presidente extremeño detalló que este descenso del déficit se ha conseguido reduciendo gastos, eliminando el gasto superfluo de la administración, el gasto corriente y devolviendo a la sociedad civil extremeña los espacios y recursos que antes abarcaba la política en Extremadura. Especificó, por ejemplo, que en gasto corriente se ha ahorrado más de 100 millones de euros.