El presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, cree que el tema de la armonización fiscal entre las comunidades, aún siendo «necesaria», ha tomado «una excesiva dimensión» en la Conferencia de Presidentes y considera que el «nudo de la cuestión es el que el principio de solidaridad se mantenga». En rueda de prensa, Monago se felicitó ayer de que con la Conferencia de Presidentes celebrada el lunes hubiera «diálogo» entre el Gobierno de España y las comunidades autónomas que asistieron, «no de las que no asistieron que no quieren diálogo, quieren bilateralidad y eso no puede ser».En este sentido, señala que «la bilateralidad no tiene encaje en la Constitución» y que no se puede tener «un trato diferencial con una comunidad» porque eso sería una «falta de respeto» hacia el resto.

Tras aplaudir como «nota positiva» el diálogo imperante en este encuentro, señala que «queda mucho trabajo por hacer» y opina que «algunos han puesto el punto en el día de ayer donde no lo tienen que poner: en la armonización fiscal». Monago entiende que es una medida «necesaria», pues hay situaciones de ventaja de unas comunidades frente a otras, pero estima que este tema «ha tomado excesiva dimensión y en las arcas públicas extremeñas tiene una repercusión, pero no es la solución para garantizar los servicios públicos de calidad» en la región. En su opinión, el nudo de la cuestión es que el principio de solidaridad que contempla la Constitución española «se mantenga» y que una comunidad como Extremadura, con una gran extensión, población muy dispersa y cada vez mayor, pueda seguir prestando un servicio de calidad a sus vecinos con independencia de donde vivan.

Por su parte, el secretario general de Podemos de Extremadura, Álvaro Jaén, manifestó ayer sobre la conferencia de presidentes que habrá más recortes en los servicios sociales de la región y que vía impuestos indirectos «van a pagar los de siempre, los que peor lo pasan». En una rueda de prensa celebrada ayer en Mérida, Jaén puntualizó que las políticas de austeridad del Ejecutivo central «no funcionan» y que los propios extremeños son quienes soportan unas de las presiones fiscales más altas del país.