El presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, considera que la retirada de la reforma de la ley del aborto por parte del Gobierno "se veía venir", ya que se trata de un asunto que "necesitaba consenso, y no había consenso en torno a este tema", tal y como dijo Rajoy "de manera muy acertada" este pasado martes.

En ese sentido, Monago estima "coherente con su trayectoria" la decisión de Alberto Ruiz-Gallardón de dimitir, ya que había puesto "toda la carne en el asador en un proyecto y ese proyecto al final no va a llevarse a efecto".

"Gallardón había hecho una apuesta muy importante, y yo creo que ha dado una muestra de coherencia al dejar la titularidad del Ministerio de Justicia", consideró Monago en declaraciones a los medios en Guisando (Avila), donde recibió el Premio Gredos.

En su intervención, el presidente extremeño recordó que en este asunto siempre ha abogado por "buscar el consenso sobre todo a una materia tan sensible", ya que según dijo, "a los españoles les cansa que en los grandes temas se legisle en base a una mayoría", ya que cuando cambia el gobierno "cambian nuevamente normas", y a su juicio es necesarios "estar entretenidos en otras cosas" y no en "cambiar las normas esenciales".

Las normas esenciales, a juicio de Monago, deben "dar espacios de tranquilidad, y no confrontación", señaló.

Monago resaltó a la vez que "España es muy plural, y no todo es Madrid, hay una diversidad importante", y explicó que él pasa "mucho tiempo en la calle", y "se veía venir que este era un tema que no era fácil, necesitaba un espacio de entendimiento".

En cualquier caso, el presidente extremeño apuntó que en este asunto "el PSOE ha cerrado muchas puertas, ya que dijo de este tema no tenemos nada que hablar", por lo que "no ha sido posible" buscar el punto de encuentro, "y al final quien puso toda la carne en el asador, en un gesto que le honra, de coherencia, ha dicho pues abandono la cartera", relató Monago.

Finalmente, indicó que el PSOE tiene "unas líneas rojas, su ley es la de Zapatero", y lamentó que "no teniendo mayoría, y siendo ya casi la tercera fuerza en España el PSOE, esta es su línea roja", y de esta forma "no puede uno intentar el consenso".

SENTIDO COMUN Sobre este asunto también se pronunció la vicepresidenta del Ejecutivo extremeño, Cristina Teniente, quien considera que la decisión de retirar el anteproyecto de ley está "cargada de sentido común y de sensatez", y además "coincide" con la reivindicación que el Gobierno extremeño hizo "desde el principio".

Teniente indicó que dicha normativa debía "aglutinar un consenso generalizado" y había que "trabajar en esa dirección", un planteamiento éste que ha defendido Monago "desde el primer día, cuando había pocas voces que planteaban esta posición que ahora se ha normalizado". "A veces las voces suenan y producen eco porque están solas, y hubo pocos presidentes o expresidentes, incluido socialistas, que en ese momento hicieran esa reivindicación y esa apelación al diálogo, y nosotros valoramos la decisión del presidente del Gobierno de garantizar o intentar garantizar ese diálogo en una ley con muchísima sensibilidad social", indicó.

También el diputado regional del PP Francisco Ramírez justificó la retirada de la reforma de la ley del aborto en el deseo del Gobierno de Rajoy de buscar el "máximo consenso posible" y de "evitar divisiones innecesarias".

Ramírez atribuyó ayer la dimisión de Ruiz-Gallardón como ministro de Justicia a una "decisión personal que hay que respetar" y destacó que el programa electoral del PP abogaba por un cambio del modelo de la actual regulación del aborto para "reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores". "Lo que está muy claro es que al PP no le gusta la legislación actual; no le gusta su contenido ni tampoco las formas en que fue aprobada, porque se renunció a buscar cualquier consenso", dijo el diputado popular.

Sin embargo, Francisco Ramírez destacó que el aborto es un asunto "muy importante" y "muy sensible", porque afecta a "las convicciones profundas y personales de la gente", por lo que cualquier reforma de la legislación debe alcanzarse con el mayor consenso posible.