El candidato del PP a presidir la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, ha ofrecido al joven abogado del Estado Adolfo Díaz-Ambrona Medrano el puesto de consejero de Economía y Hacienda.

Díaz-Ambrona trabaja actualmente en los servicios jurídicos de la Agencia Tributaria en la ciudad de Badajoz, donde nació hace 29 años. Es conocido en círculos profesionales de la capital pacense porque con solo 28 años de edad superó las exigentes oposiciones al cuerpo de abogados del Estado. Es licenciado en Icade por la madrileña Universidad Pontificia de Comillas.

De confirmarse su nombramiento, el joven Díaz-Ambrona responde nítidamente al perfil que José Antonio Monago busca para su nuevo gobierno, ya que el líder extremeño del PP ha mostrado sus deseos de contar con profesionales destacados en áreas relacionadas con las siete consejerías que conformarán el gabinete. Incluso se ha mostrado públicamente a favor de contar con personas independientes, no vinculadas a la política.

Adolfo Díaz-Ambrona no quiso confirmar ni desmentir ayer su posible entrada en el próximo gobierno de la Junta, y señaló que solo corresponde al propio José Antonio Monago informar, en su caso, de los nombramientos que vaya a llevar a cabo en las próximas fechas.

El portavoz de los populares, Luis Alfonso Hernández Carrón, también aseguró no saber nada de ese nombramiento y se limitó a decir que es una competencia exclusiva de Monago y que debe ser él quien lo confirme.

La Consejería de Economía y Hacienda que dirigiría Díaz-Ambrona es uno de los departamentos claves en la futura estructura que plantea el presidente del PP. El endeudamiento de las arcas autonómicas y el importante recorte de ingresos que sufre la Administración obligarán a su titular a diseñar una política de contención del gasto importante.

Según ha venido defendiendo Monago, la austeridad y el adelgazamiento de la Administración es posible aplicando recortes, entre otros en el número de consejerías (se compromete a reducirlas de 11 a 7), de altos cargos, personal de confianza, suprimiendo las delegaciones territoriales de la Junta, y también reduciendo el parque automovilístico y algunos privilegios del personal con responsabilidades en las distintas áreas de la Junta de Extremadura.

BUSCAR DINERO Pero también en el apartado de ingresos el nuevo consejero tendrá que buscar fórmulas para aumentar la recaudación. Aunque en el programa electoral del PP se plantea reducir algunos impuestos, las exigencias de IU para no impedir que Monago gobierne obligan al futuro Ejecutivo a dar marcha atrás. Es el caso de modular el impuesto de sucesiones en la región y a instaurar el impuesto de patrimonio a las rentas más elevadas.

El primero es competencia de la Junta y la idea de Monago es modular en función del monto de las herencias, una idea que durante la campaña calificó de "inaceptable", aunque según afirmó la semana pasada Rajoy le dio el visto bueno a aplicarlo.

El segundo tributo depende del Gobierno central, por lo que habrá que negociar con Madrid la posibilidad de gravar las rentas más altas para "evitar especulaciones".

La Intervención General de la Junta ha venido dependiendo de la Consejería de Economía y Hacienda y es la encargada de fiscalizar todos los gastos. De seguir adscrita a ella, sería un área que Díaz-Ambrona controlaría bien dada su formación académica y como profesional de la Agencia Tributaria.