Pido disculpas públicamente a todos los extremeños que se hayan sentido ofendidos". Con estas palabras reconocía ayer el presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, que "puede haber sido un error" tomarse unas vacaciones de cinco días hábiles en el mes de julio, a pesar de que tanto él como su partido se mostraron en su día a favor de considerar hábiles los meses de enero y julio a efectos de actividad parlamentaria.

Después de recordar "la agenda tan intensa" que sigue desde hace dos años --y con la que afirma que continuará de forma voluntaria a partir de su regreso--, Monago aseguró que no hizo novillos, sino que pidió permiso a su partido para tomarse cinco días de descanso --en total siete, contando el fin de semana-- porque "necesitaba reflexionar sobre la estrategia y las listas electorales", puesto que "muchas veces, el día a día no te lo permite". Aseguró que "necesitaba ese descanso" y que él es el único responsable de ello, aunque reconoció que si hubiera sabido que su ausencia "iba a tener tanta repercusión, en lugar de faltar cinco días laborables en el mes de julio, hubiera pedido el mes de agosto completo", que por otra parte, le hubiera resultado "más rentable".

RESPETO A LAS CRITICAS Cuando los medios de comunicación regionales --entre ellos, este diario-- se hicieron eco de la noticia el pasado siete de julio, Monago se encontraba de crucero por las islas griegas, motivo por el que faltó a un pleno en el Senado en el que se habló, entre otros asuntos, del sistema educativo, de los trenes sin demanda, del empleo o de las ayudas europeas. Sus compañeros de partido cargaron entonces contra la prensa, al considerar que el tratamiento que se le había dado a esa información era "tendencioso y amarillista".

Sin embargo, ayer Monago afirmó que al igual que "agradece a los que lo han defendido" --especialmente al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, por la "deferencia" que tuvo con él al considerarle una persona "trabajadora y cumplidora"--, también "agradece y respeta las críticas". Afirmó que "los hechos son los hechos" y que por tanto, no iba "a justificarse ni a culpar a nadie". Y reconoció que él, "como cualquier persona", comete errores, puesto que "lo que uno piensa que no va a tener transcendencia luego sí la tiene".

Pero en cualquier caso, y en respuesta a las exigencias socialistas, dijo que "a la Asamblea de Extremadura no hay que explicarle nada, sino al Senado", y confirmó que, al contrario de lo que se había afirmado la semana anterior, no tiene constancia de ninguna sanción por parte de algunos compañeros de partido.