Retumba en Extremadura la crispación que sale de Madrid. Los políticos regionales están con un ojo en el día a día y otro en el 26 de mayo, jornada de elecciones. Cualquier oportunidad es buena para hacer campaña y sumar apoyos, más aún si Cataluña está por medio.

El presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, ha mostrado su apoyo máximo a la manifestación que su jefe en Madrid, Pablo Casado, junto con Ciudadanos y Vox, va a montar este domingo bajo el lema: Por una España unida. ¡Elecciones ya! Habla Casado de «una moción de censura en la calle». Es la respuesta a la aceptación por parte del Gobierno de Pedro Sánchez de un relator para que medie en el diálogo con la Generalitat.

Se ha dado marcha atrás y se han roto las negociaciones con Cataluña, pero el fuego ya estaba encendido y los tres partidos de derecha quieren avivar las llamas.

«Chantaje»

En Extremadura, Monago carga con ironía contra el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara: «Dijo que a español no le ganaba nadie, pero ahora calla. Espero verle el domingo en Madrid para que pueda seguir diciéndolo orgulloso. Allí le daré un abrazo de español a español. Merece la pena luchar juntos por lo que nos une». Y añade: «Los asistentes a la concentración estarán defendiendo lo nuestro y defendiendo a España. Los extremeños se sienten extremeños y españoles y no entienden que un presidente del Gobierno ceda a chantajes de unos separatistas radicales».

Fernández Vara, por su parte, tuvo una reacción poco clara a la figura del mediador: «Las cosas que son difíciles de explicar son aún más difíciles de entender. Sobre todo si no se escucha. Y en España, por desgracia, hace años que se dejó de conjugar el verbo escuchar», dejo escrito en la red social Twitter.

Y en cuanto a la manifestación de PP, Ciudadanos y Vox, usó la estrategia del aliado feminista para cargar contra la derecha: «Esta es la primera vuelta del partido, la segunda se jugará el 8 de marzo, Día de la Mujer».

Aborto y pensiones

El argumento de Fernández Vara responde a la cuestionada y sorprendente propuesta de Pablo Casado, quien pretende arreglar el problema de las pensiones e impulsar la natalidad derogando la ley del aborto y volviendo a la de 1985. Habría que recordar que desde que se implantó la ley de plazos, en 2010, el número de interrupciones voluntarias del embarazo ha disminuido.

También agregó Vara: «Que nadie piense que los problemas se van a resolver solo con manifestaciones en la calle. Las manifestaciones traen manifestaciones».

Y concluyó el presidente de la Junta: «A este país lo que le hace falta es gente con capacidad de salir al encuentro, no se trata de hacer lo que tú quieras ni lo que quiera yo. Se está generando una sociedad de blancos y negros, en la que no hay grises, y todo el que no se someta a eso está bajo sospecha».