El fallo del Tribunal Supremo rechazando la petición de la comunidad franciscana de Guadalupe de registrar el nombre de Real Monasterio Santa María de Guadalupe , como ayer informó este diario, ha caído como un jarro de agua fría entre los monjes, cuya única intención, según el prior del monasterio, fray Guillermo Cerrato, era inscribir el nombre para "preservar el uso comercial del monasterio".

Según Cerrato, los franciscanos no tenían intención de comercializar ninguna bebida cuando solicitaron la inscripción en la Oficina Española de Patentes y Marcas. "Bastante trabajo tenemos ya nosotros como para dedicarnos a hacer cervezas o refrescos", apunta fray Guillermo. "Lo único que queríamos hacer era registrar una marca que nos estaban pisoteando, sin ningún respeto, por el título que se merece Santa María de Guadalupe".

SOLO FINES RELIGIOSOS Esta cruzada de los monjes, según reconoce el prior de Guadalupe, era evitar lo que le ocurrió al Monasterio de Yuste, que bajo su nombre se comercializan varios productos. "Nuestra intención al registrar la marca era evitar una comercialización impropia, porque desde el punto de vista histórico y moral, nadie debe utilizar el Monasterio de Guadalupe para fines distintos a los religiosos".

Pero el Alto Tribunal no ha aceptado su petición y le ha dado la razón a quienes primero inscribieron la marca "Monasterio de Guadalupe", la bodeguera almendralejense Viña Extremeña, S. A. (Viñexsa), si bien ya no son ellos los propietarios de ese nombre comercial.

Aunque oficialmente fue Viñexsa la que recurrió el fallo del TSJEx (que daba la razón a la comunidad franciscana) al Supremo, tal y como figura en la sentencia (que según Cerrato aún no les ha sido comunicada a ellos), lo cierto es que los derechos de la marca fueron traspasados a la compañía Rives Pitman, con sede en el Puerto de Santa María, según aseguran desde Viñexsa, y es la empresa andaluza la verdadera recurrente y quien ha costeado el pleito.

VARIANTES Monasterio de Guadalupe es un licor de Rives y está en el mercado. Pero esta empresa también tiene otras bebidas alcohólicas que utilizan variaciones del primer nombre, como son Guadalupense o la crema Monje guadalupense .

Pero Rives no es el único que utiliza el nombre por el que ha venido pleiteando la comunidad franciscana. Entre otros, en la Puebla también hay una bodega de nombre Monasterio de Guadalupe que comercializa vinos; y otra sociedad que vende miel marca Guadalupeña".