El jamón Monsalud de Montánchez es oficialmente desde ayer el mejor ibérico del mundo. Logró este reconocimiento tras alzarse con la Espiga de Oro, primer premio del más prestigioso certamen de jamones ibéricos con Denominación de Origen del país, que organizan cada año Caja Rural de Extremadura y la DOP 'Dehesa de Extremadura'. La cata a ciegas de los jamones la realiza un plantel de expertos coordinados por el Intaex. Monsalud comenzó su andadura en los años 90, aunque es heredera de una tradición centenaria en la elaboración de productos ibéricos. Los galardones --que cumplen doce años-- fueron entregados en la finca El Toril y contaron con la asistencia del consejero de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía, José Antonio Echávarri y del presidente de Caja Rural de Extremadura, Mariano Señorón. La Espiga de Plata fue para el buen hacer de Herlusa, firma que elabora los conocidos jamones El Arroyano. Es la primera vez que la empresa de Arroyo de la Luz recibe este reconocimiento en los Premios Espiga. Vidal Julio Ramos, consejero delegado de Herlusa, se ha distinguido siempre por la mejora del producto gracias a la investigación y el desarrollo constantes. Finalmente, la Espiga de Bronce ha sido para el jamón que elabora la Cooperativa San Marcos, de Calera de León.