La casi totalidad de los vecinos de la localidad de Montehermoso asistió ayer al funeral colectivo celebrado en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción por la muerte de Cirilo P.G., de 31 años, su hermano Julián, de 38 años y Tomás V. R., que cumpliría mañana 30 años.

Los tres jóvenes perdieron la vida el pasado lunes cuando la furgoneta en la que se trasladaban para ir a trabajar se salió de la calzada provocando un choque mortal en la carretera A-6, en el municipio de Cerecinos de Campos (Zamora).

Hasta el municipio cacereño se trasladó el obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Ciriaco Benavente, quien trasladó su pésame a las familias de los fallecidos y concelebró la misa funeral junto con el párroco de este municipio, Angel Chapinal.

Juan Manuel Pires, amigo íntimo de Cirilo, una de las víctimas en el accidente, comentó emocionado que era un buen chico. La última vez que se vieron fue el sábado por la noche, por eso Pires aseguró ayer que noticias tan trágicas, "aún resulta difícil creerlas".