Tragedia familiar en Azuaga. Un niño de cuatro años falleció en la tarde de ayer sepultado por la techumbre de una vivienda de este municipio. Las causas del suceso se desconocen, según informaron fuentes de la Cruz Roja, aunque todo apunta a que las intensas lluvias de las últimas horas contribuyeron a deteriorar el estado del techo.

Así lo aseguró el concejal de Tráfico, Agricultura y Medio Ambiente, José Rodríguez, quien explicó que el menor quedó enterrado entre los escombros tras el derrumbe y, pese a que fue rescatado con pulso, no pudo ser reanimando por los sanitarios. Además, el responsable detalló que la vivienda es de construcción antigua (aunque pudiera estar siendo reformada) y está edificada con adobe, tierra prensada y paja, materiales --destacó-- muy vulnerables a los efectos de temporales como el que afecta a Extremadura.

En la casa, de dos alturas, ubicada en el número 15 de la calle Alconchel, había cinco personas en el momento del suceso: un matrimonio y tres hijos (de 15, 8 y 4 años). Los menores se encontraban en un cuarto cuyo techo se derrumbó, lo que provocó que el más pequeño quedara atrapado entre los escombros sin que, tras su rescate, pudiera evitarse su fallecimiento.

El niño de 8 años fue trasladado con pronóstico reservado al Hospital de Llerena, y posteriormente fue dado de alta, según confirmó a Efe el Servicio Extremeño de Salud (SES), mientras que el mayor sufrió heridas menores. También el padre fue atendido por este motivo en el consultorio de Azuaga, mientras que la madre precisó ayuda médica a las puertas de su domicilio por un ataque de ansiedad.

Al lugar del suceso se trasladó una dotación de bomberos del parque azuaguense, Policía Local, Guardia Civil, unidades de Cruz Roja de Hornachos y Llerena, sanitarios del Centro de Salud local y un unidad medicalizada, según informó el 112. Después llegaron agentes de la Policía Judicial para iniciar la investigación del derrumbe, que en principio se vincula con el temporal. De hecho, el concejal de Tráfico señaló que desde que comenzaron las copiosas lluvias que este invierno está registrando la región, son varias las casas con paredes de barro o arcilla que, como la de ayer, han experimentado derrumbes en la localidad.