Nada parece capaz de detener la negra estadística de muertes en las carreteras extremeñas, que entre enero y noviembre refleja un incremento de fallecidos del 10,4% respecto al mismo periodo del año anterior. En total, en los once primeros meses se han dejado la vida en accidentes de tráfico ocurridos en la región 138 personas, trece más que en el mismo periodo del 2003 y 17 más que en el 2002. En lo que va de 2004 han muerto 145 personas --incluidas las tres primeras semanas de diciembre--, 12 más que en todo el 2003.

En cuanto a la evolución por meses, el año arrancó con diez muertes en enero, que suponen más o menos la misma cifra que en años anteriores. Sin embargo, el mes siguiente fue nefasto, y se produjeron 16 fallecidos, más del doble que el año anterior.

La tendencia pareció cambiar a mejor en marzo, con tres muertes, la mitad que en el mismo mes del 2003 y siete veces menos que en el 2002, mientras que los dos meses siguientes mantuvieron cifras muy parejas a las de años precedentes, con 13 y 11 muertes en abril y mayo, respectivamente.

VERANO TRAGICO El verano disparó las cifras de fallecimientos. Así, junio se cobró 16 vidas. Comparado con el mismo mes del 2003, hubo un descenso de ocho muertes, pero hay que tener en cuenta que junio del año pasado, con 24 muertes, fue el peor mes en las carreteras extremeñas de los últimos años.

Además, al mes siguiente, es decir, en julio pasado, las muertes se dispararon hasta 22, tres veces más que en el 2003 y casi el doble que en el 2002.

En agosto se contuvo algo la situación, y los 14 fallecidos entran en la misma línea de agostos precedentes, como también sucedió en septiembre, con ocho muertes. Los accidentes mortales se incrementaron de nuevo en octubre, cuando hubo trece fallecidos, cinco más que en el 2003 y diez más que hace dos años.

Por último, el mes pasado, y según los datos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, la carretera se cobró dice vidas, dos menos que el año pasado y cuatro más que en el 2002.

Como dato añadido a este goteo trágico, que se cobra tres vidas por semana en Extremadura, cabe señalar que más de la mitad de los fallecidos --proporción que alcanza los dos tercios durante el verano-- eran jóvenes menores de 35 años.

En cuanto a las causas, y pese a todas las campañas realizadas, siguen estando presentes los mismos factores: consumo de alcohol, medicamentos o drogas (circunstancias que se das en el 30% de los siniestros), distracciones, exceso de velocidad o adelantamientos incorrectos.

SIETE EN DICIEMBRE Cuanto diciembre aún no ha consumido sus tres primeras semanas, las carreteras de la región ya se han cobrado siete vidas. El mes se estrenó con el siniestro más grave hasta ahora, al morir dos mujeres y una niña en Villamesías, tras chocar e incendiarse el vehículo en el que viajaban.

Después, accidentes ocurridos en Torrejoncillo, Trujillo, Miajadas y Cáceres han sumado números a la estadística mortal.

El último siniestro, ocurrido en las calles cacereñas en la madrugada del viernes, cuando una mujer murió tras ser atropellada en la avenida Virgen de Guadalupe, volvió a confirmar los efectos trágicos de combinar alcohol y conducción: el causante del atropello dio una tasa de 0,6, más del doble del límite.