Para que el salario medio anual de una mujer se equipare al que percibe un hombre en Extremadura debe trabajar 60 días más. Los últimos datos disponibles en la Agencia Tributaria corresponden al 2019 y según se recoge en ellos el salario medio de los hombres en Extremadura se situó en 16.740 euros mientras que el de las mujeres se quedó en 13.968, con lo que la brecha entre ambos se elevó a 2.756 euros, lo que suponen 63 euros más que el año anterior. En los últimos cinco años la diferencia en el salario de hombres y mujeres se ha incrementado de media 68 euros al año.

¿Las causas? son variadas, pero todos los expertos y estudios coinciden en que por un lado está la temporalidad que afecta en mayor medida a los empleos a los que acceden las mujeres; por otro está el mercado laboral en sí mismo, donde las mujeres vinculadas al sector servicios, la educación o el comercio en mayor medida que los hombres; y por otro lado está el rol predominante que siguen ocupando en los cuidados. «El impacto de la crisis sanitaria tiene cara de mujer porque la flexibilización de jornada la han asumido las mujeres, los ERTEs también porque están mayoritariamente en el comercio; y las cuarentenas por los confinamientos de los hijos también las han tenido que asumir ellas», señala Lourdes Núñez, secretaria de Igualdad de CCOO.

A nivel global la brecha salarian se sigue manteniendo torno al 20% en Extremadura y es una de las regiones en la que la diferencia es menor puesto que también los salarios son más bajos. Aún así, cuanto mayor es el tramo salarial, mayor es también la brecha (pasa del 20% al 27% en los más altos) y menor es también la presencia de mujeres: la retribución media máxima en la región en el caso de las mujeres fue en 2019 de 165.463 (había 24 mujeres en ese tramo) mientras que en el caso de los hombres se elevó a 204.902 por 238 asalariados.

«Junto a eso, sigue habiendo mujeres que reciben menos salarios que los hombres por el mismo trabajo, porque los complementos salariales, que suponen el 35% de la nómina, los tienen ellos mayoritariamente porque son las mujeres las que recurren a la flexibilización» dice Núñez. Considera «esencial» el desarrollo de los planes de igualdad que empezarán a ser obligatorios y el registro salarial que se pondrá en marcha en abril.

«El problema de desarrollo de carrera continúa»

Marisa Soleto (Directora de Fundación Mujeres)

--Fundación Mujeres llevan 25 años abordando la igualdad ¿El cambio es notable?.

--La posición de las mujeres en el empleo no ha dejado de mejorar. Es cierto que estamos más presentes en el empleo y somos mayoría en las universidades, pero cada 22 de febrero nos recuerda que las condiciones siguen estando muy alejadas aún.

--¿La oferta laboral es peor?

--Tenemos un mercado laboral que ofrece a las mujeres oportunidades en actividades concretas relacionadas conl enseñanza, los servicios y los cuidados, que están peor retribuidas. Y seguimos teniendo un problema de desarrollo de carrera. Muchas mujeres no acceden a puestos de responsabilidad en sus empresas y en esta pandemia se ha puesto de manifiesto que la conciliación es un problema.

--¿Medidas como el registro salarial pueden dar resultados visibles a corto plazo?

--Somos muy fans de las medida de los registros salariales. Creemos que ese registro va a contribuir no solo a que haya una mayor transparencia salarial, sino que dispondremos de más información de cómo los complementos repercuten de forma diferenciada entre hombres y mujeres y perjudican a las mujeres.

--¿La educación que están recibiendo ahora los adultos del futuro es igualitaria?

--Hay que incorporar aún la educación en igualdad y hay que ofrecer a las niñas la formación técnica y científica, la formación del futuro.