Uno de cada tres perceptores extremeños de las ayudas directas de la Política Agrícola Común (PAC) son mujeres que, no obstante, reciben un porcentaje bastante inferior de las ayudas, un 25,4%. Este es uno de los datos contenidos en el último análisis del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) sobre el sexo y la edad de los beneficiarios de estos fondos europeos. El informe, elaborado con datos del ejercicio 2019, pone de relieve, además, el exiguo peso que tienen los jóvenes dentro de la distribución de estas subvenciones en la comunidad autónoma. Apenas un 0,75% del total de sus destinatarios cuentan con menos de 25 años, y a ellos se dedica un 1,29% del montante repartido, mientras que los que se mueven entre los 25 y los 40 años representan un 9,5% y un 16,2%, respectivamente.

El perfil más habitual de quien recibe ayudas de la PAC en la región que queda dibujado en este estudio es claro: el de un hombre de más de 40 años, rasgos que cumplen seis de cada diez personas físicas a las que van a parar estas subvenciones. En este sentido, los problemas para el relevo generacional en el sector agrario se hacen patentes en un dato: un 38% de los perceptores y un 24,3% de los recursos corresponden a personas con 65 o más años, frontera en la que tradicionalmente se ha establecido la edad de jubilación.

La relevancia que tienen las mujeres en la asignación de las ayudas directas de la PAC en Extremadura apenas si ha crecido en los últimos años. En el 2012, significaban un 31,3% del conjunto, frente al 32,6% actual. En términos absolutos, el número de perceptoras (14.328 en el 2019), ha retrocedido desde entonces, si bien esta caída está en consonancia con la que ha registrado la cifra total de beneficiarios (de 60.400 a 44.003), motivada sobre todo por la eliminación paulatina de los pagos por debajo de los trescientos euros. Los fondos recibidos sí se han mantenido estables entre ambas fechas (de 376,8 a 375,3 millones de euros).

La proporción extremeña de agricultoras y ganaderas está, igualmente, cerca de cinco puntos por debajo de la nacional, donde es del 37,15%, a la vez que presenta un considerable nivel de envejecimiento. Un 43,7% de ellas iguala o está por encima de los 65 años, frente al 35,2% que se contabiliza en los hombres. Únicamente un millar de ellas no pasa de los 40 años.

El análisis del FEGA también aborda la distribución de las ayudas para el desarrollo rural. En este caso, los perceptores en Extremadura ascienden a 16.307, para un total de 83,2 millones de euros. Casi tres cuartas partes de los beneficiarios (11.952, un 73,3%) son hombres, y en general se promedian unas edades menores:un 61,5% de los beneficiarios y un 51,8% de los recursos se sitúan en la franja que va de los 41 a los 64 años. En paralelo, el segmento anterior, el que arranca en los 25 años, aparece con un 17,1% y un 29,5%, respectivamente.

Variación entre regiones

La situación varía de forma significativa entre las distintas comunidades autónomas. Por lo que respecta al género, la región con una presencia femenina más consolidada en las ayudas directas es Galicia, donde las mujeres suman más de la mitad de beneficiarios (55,2%), algo que sucede también en Asturias (52,3%). Por encima del 40% aparecen Andalucía (40,6%) y Canarias (41,8%). Por contra, con proporciones muy por debajo de la media nacional figuran La Rioja (25,1%), Castilla y León (27,9%) o Aragón (29,3%).

En relación a las edades, los territorios con una mayor porción de beneficiarios superando los 64 años son Baleares (46,5%), Comunidad Valenciana (49,2%), Navarra (45,7%), y Madrid (43,2%). Y donde hay un mayor peso relativo de quienes no pasan de cuarenta años son Cantabria (19,8%), Asturias (14,9%) y La Rioja (13,2%).