El piloto que sobrevoló Mérida con una pancarta antirefinería el pasado 1 de julio, día que se celebró en la capital un Consejo de Ministros, ha sido sancionado con 3.000 euros por la Delegación del Gobierno. Fuentes oficiales de la Delegación confirmaron ayer este extremo y apuntaron que, además, tiene abierto otro expediente por una presunta infracción en materia de navegación aérea.

El piloto afectado fue contratado por la Asociación de Empresas Vinícolas de Extremadura (Asevex) para sobrevolar Mérida con una pancarta con motivo de la reunión en la capital del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero y la celebración de una gran manifestación contra la refinería proyectada por el Grupo Gallardo.

Cuando la avioneta se encontraba sobre Mérida un helicóptero de la Guardia Civil se acercó al aparato y le obligó a modificar la zona en la que volaba. Ese mismo día la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, interpeló a los miembros de la plataforma contra la refinería, a los que avisó: "Se os va a caer el pelo".

Siete meses después, el piloto, que además es el propietario de la empresa contratada por Asevex, ha sido sancionado por la Delegación del Gobierno con 3.000 euros por una infracción grave al artículo 23, apartado M, de la ley sobre protección de seguridad ciudadana.

OBSTACULIZACION En concreto, ese punto señala que se considera como infracción grave "la negativa de acceso o la obstaculización del ejercicio de las inspecciones o controles reglamentarios (...) en fábricas, locales, establecimientos, embarcaciones y aeronaves". También se le acusa de "originar desórdenes graves en las vías, espacios o establecimientos públicos". Sin embargo, desde el entorno del piloto afectado recuerdan que las inspecciones sólo se pueden realizar cuando la aeronave en cuestión está en tierra, puesto que es imposible llevarlas a cabo en pleno vuelo. Cuando la avioneta tomó tierra, señalan estas fuentes, "allí no había nadie para hacer una inspección".

Se da la circunstancia de que el afectado comprobó hasta en dos ocasiones --el día anterior y antes de despegar el 1 de julio-- que la torre de control de Talavera la Real no había recibido ninguna comunicación sobre la existencia de restricciones en el espacio aéreo de Mérida, a pesar de que es una práctica habitual cuando se celebran eventos como un Consejo de Ministros.

Mientras, desde la Delegación del Gobierno señalan que el piloto recibió "el oportuno requerimiento del helicóptero para que abandonara la zona, y no lo hizo usando argumentos dilatorios". Por eso la denuncia fue interpuesta por el sector aéreo de la Subdirección General de la Guardia Civil. El sancionado interpondrá un recurso.