Pasaron a la Junta de Extremadura la factura de fármacos que el médico no había recetado a los pacientes y ahora tendrán que pagar una multa de 30.000 euros por supuesta estafa. Se trata de dos farmacias ubicadas en la calle Mimbrero de Badajoz y en el número 23 de la calle Real de Almendralejo, que aparentemente sin nada en común, han cometido la misma infracción: "defraudar al Sistema Nacional de Salud con motivo de la facturación y cobro de recetas oficiales".

Así lo recoge el Diario Oficial de Extremadura (DOE), que especifica no solo que ambas oficinas tendrán que pagar 30.000 euros cada una a la Administración regional para subsanar su falta --una infracción grave, según la ley--, sino que se saltaron hasta tres leyes distintas para intentar lograr su cometido. La primera, la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, por no dispensar los medicamentos tal y como se establece en el texto. También la Ley de Farmacia de Extremadura --por el mismo motivo-- y el decreto que regula la implantación de la receta electrónica en Extremadura en el artículo que señala que "la dispensación de un medicamento solo podrá realizarse cuando en la receta aparezca prescrito para ese paciente".

Este diario se puso ayer en contacto con los dos farmacéuticos afectados, pero ninguno quiso ofrecer su versión de los hechos ni confirmar si pagará la denuncia o la recurrirá ante los tribunales. Tampoco se pronunció al respecto el Colegio de Farmacéuticos de la región, que aseguró "no tener conocimiento del asunto al detalle". Sí habló el director gerente del Sistema Extremeño de Salud (SES), Ceciliano Franco, que especificó que estas farmacias "estaban facturando a Sanidad medicamentos que no estaban prescritos", aunque aseguró desconocer en qué cantidades y cuantías.

MILLONES DE RECETAS El sistema de receta electrónica comenzó a implantarse en Extremadura en mayo del 2009 y actualmente llega a toda la región, hecho que ha supuesto reducir la burocracia de las consultas un 30% y en más de dos millones las visitas a Atención Primaria. Cada vez son más los medicamentos que se recetan a través de esta vía --ya hay activas 25 millones de prescripciones electrónicas--, que solo en el 2010, copó el 60% del total de recetas realizadas, que fueron 26,4 millones, según el Colegio Oficial de Farmacéuticos.

Franco señaló que el hecho de que la receta electrónica esté ya arraigada es lo que permite, por ejemplo, que la Inspección de Farmacia --que investiga aproximadamente un 5% del total de prescripciones-- pueda detectar fraudes como los que han cometido las boticas de Badajoz y Almendralejo. "Cruzando los datos que remiten al SES las farmacias y las consultas médicas podemos comprobar, por ejemplo, si el farmacéutico dispensó una caja de 14 comprimidos de ibuprofeno, si así lo recetó el médico, o una de 28, que genera el doble de gasto al sistema".

De igual forma, el director del SES señaló que para evitar que los medicamentos se dispensen a los pacientes para los que no están prescritos, a finales de este mes entrará en vigor la tarjeta sanitaria con chip que, personal e intransferible, será la llave del sistema.

MAS AHORRO Los cambios introducidos en el sistema de receta electrónica durante el último año no solo han permitido que este sea "más seguro para el paciente", sino también un cuantioso ahorro en el gasto en medicinas. A falta de cerrar los últimos datos del 2010, Franco estima que el gasto en farmacia se redujo el pasado año, con respecto al 2009, en un 1%. Ahorro en el que a su juicio, han tenido que ver la revisión de los tiempos para retirar los medicamentos y la imposibilidad de adquirir, el mismo paciente con la misma receta electrónica, dos o más fármacos con el mismo principio activo.

El Colegio Oficial de Farmacéuticos, que sí tiene los datos cerrados, cifra en un 0,7% la reducción del gasto en medicinas, a pesar de que el número de recetas se incrementó en un 2,9%. Así, a su juicio, el hecho de que el gasto en fármacos baje en el 2010 con respecto al año anterior mientras que el de recetas va en aumento, se debe sobre todo a las dos leyes promulgadas este año por el Gobierno central que reducen en más del 7% el precio de los medicamentos nuevos de marca, en un 3% el de los genéricos, en un 20% el de los pañales de incontinencia y en un 20% el de los productos sanitarios como vendas, gasas o bolsas de orina.