Unos 400 alumnos de seis conservatorios profesionales de música de la región ofrecieron ayer diversas piezas en el centro de Cáceres, Plasencia, Badajoz, Montijo, Almendralejo y Don Benito. Unieron sus instrumentos de manera simultánea en la primera edición de ‘Música en la calle’, una iniciativa pionera en España que pone en marcha la Fundación Caja de Extremadura para promocionar y acercar la música a la sociedad extremeña.

Los jóvenes, con edades comprendidas entre 8 y 16 años, interpretaron a las doce del mediodía, tras el inicio marcado con claquetas por Canal Extremadura Radio, el ‘Himno de la Alegría’ de Beethoven con sus instrumentos. En cada ciudad formaron una gran fila, de manera que los espectadores, al ir caminando por el centro de las respectivas localidades, pudieron escuchar el sonido de cada instrumento y el resultado de todo el conjunto. Tras este himno, cada conservatorio desarrolló un programa propio de elección libre de unas cinco piezas musicales, que se interpretaron de manera grupal durante media hora.

En Cáceres, los 50 componentes de la Banda Sinfónica del Conservatorio Hermanos Berzosa ocuparon los pasillos centrales del paseo de Cánovas. Tras la interpretación simultánea, el grupo de metales ofreció un preámbulo con algunas piezas de estilo barroco y posteriormente la banda continuó con un repertorio de pasodobles y piezas sinfónicas. «La iniciativa resulta bastante interesante, somos partidarios de que los chicos se motiven y de que la música salga a las calles», explicó el director de la banda sinfónica, José Ángel Sánchez. En Plasencia por su parte, fueron jóvenes del conservatorio profesional García Matos quienes salieron a la calle. Lo hicieron en la Plaza Mayor y lograron que muchos viandantes pararan su camino con sorpresa y satisfacción para escucharles.

En Badajoz se concentraron una treintena de alumnos del Conservatorio Profesional Juan Vázquez para ofrecer su microconcierto en el paseo de San Francisco. Además del Himno de la Alegría de Beethoven, tocaron composiciones de Haendel dirigidos por Nonna Chackmishian, así como una pieza especial a violonchelo a cargo de Gonzalo López y Guadalupe Benítez.