Solo uno de los 26 tramos de la red viaria extremeña inspeccionados por el Programa Europeo de Asistencia en Carretera (Euro-RAP) presenta un riesgo alto de accidentalidad, según los datos hechos públicos ayer por el el Real Automóvil Club (RACE). Concretamente se trata de 13 kilómetros de la N-630 entre el cruce de Coria y el de Garrovillas, un tramo conocido como las curvas del Tajo .

Extremadura es una de las comunidades autónomas donde menos zonas de riesgo alto se han registrado: una, las mismas que Cantabria y La Rioja, donde se han inspeccionado menos kilómetros de carretera. En el extremo opuesto, Castilla y León, Andalucía y Valencia son las regiones con mayor número de tramos peligrosos.

Pero además del trazado de la N-630 junto al río Tajo, que este año ha visto reducido su volumen de tráfico gracias a la apertura de la autovía A-66, Euro-RAP ha evaluado otros 25 tramos de carreteras extremeñas. De ellos, ocho han sido calificados con un riesgo de accidentalidad medio y el resto (17), con un riesgo mediobajo o bajo. Además, el informe destaca que dos tramos han disminuido ostensiblemente su peligrosidad: uno está en la carretera N-435, entre el cruce con la variante de Jerez de los Caballeros (kilómetro 74) y el cruce hacia Fregenal (kilómetro 93,9); y el otro, en la N-630, entre Torremejía y Almendralejo.

Para calcular el riesgo de accidentalidad de las carreteras los autores se han basado en el número de siniestros mortales y graves ocurridos entre el 2003 y el 2005 por cada 1.000 millones de vehículos y kilómetro.