La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, incidió ayer en la necesidad de analizar "con mucho rigor" tanto los aspectos económicos como el impacto ambiental de la refinería que el Grupo Gallardo pretende construir en Extremadura, al tiempo que reconoció que "existe una reacción negativa a esta idea".

En declaraciones a los periodistas tras visitar las instalaciones del programa de cría en cautividad del lince ibérico, en el centro de recepción de visitantes El Acebuche, en el Parque Nacional de Doñana, la ministra aseguró que todavía no ha comenzado la tramitación del proyecto, es decir, la realización de la declaración de impacto medioambiental.

La ministra, según recoge Efe, manifestó que "la información, tanto datos como opiniones, que tenemos hasta ahora son insuficientes, pero habrá su tiempo para valorar la viabilidad tanto económica como ambiental de esta nueva planta".

Por su parte, la consejera andaluza de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, aseguró que la Administración andaluza por el momento no tiene información oficial, aunque aseguró que "cuando se inicie el trámite de información ambiental y el trámite para que el ministerio realice la declaración de impacto ambiental habrá ocasión de que la comunidad autónoma se pronuncie".

Hay que recordar que Los Verdes pidieron la semana pasada a la Junta de Andalucía que se posicionase en contra de esta refinería, ya que se prevé la construcción de un oleoducto de 200 kilómetros que atravesaría la provincia andaluza, partiendo desde el puerto de Huelva, algo que, consideran, causará un gran impacto ambiental.

En este sentido, calificaron de "locura" el proyecto y más en la actualidad, ya que, aseguraron, hace 35 años que en Europa no se construye una refinería y que no se hace en una zona sin puerto. Además, insistieron en que "desde el Gobierno se apuesta por un nuevo modelo energético que pretende ir abandonando el uso del petróleo y el carbón".