En la próxima década se prevé un decrecimiento paulatino del número de nacimientos en Extremadura. En el 2021 nacerán en la región 1.500 bebés menos que durante el 2012, lo que supone un descenso del 15,6%. El decrecimiento es superior en las capitales de provincia y autonómica. En Cáceres en una década los nacimientos caerán un 30%, en Badajoz un 18,6% y en Mérida un 16%. En el lado opuesto, las defunciones se reducirán en solo un 1,3% en el conjunto regional, aunque aumentarán un 8% en Mérida y un 7,8% en Cáceres y se registrará la tendencia reduccionista en Badajoz, donde disminuirán un 1,4%.

"Como consecuencia de estas tendencias previstas, el crecimiento vegetativo sería negativo en todo el período de estimación. Se daría un significativo proceso de envejecimiento en Extremadura pasando de una tasa de fecundidad de 9,21 en 2012 a 7,90 en 2021; mientras que la tasa de mortalidad aumentaría mínimamente de 9,97 a 10", destaca el informe. La respuesta a este leve índice de mortalidad hay que buscarla, según el profesor de la Uex Antonio Pérez, en la emigración de los años 50 y 60. "Esas generaciones que se marcharon de la región son las personas susceptibles de morirse en estos años, pero al no estar aquí es un alivio para la mortalidad. Ahora bien, cuando esas generaciones pasen viene detrás todo lo contrario porque el envejecimiento no para de aumentar cada vez más y estos mayores ya si morirán en la región".