Los tres indicadores demográficos básicos vuelven a caer en Extremadura. Según recoge la Encuesta sobre el Movimiento Natural de la Población, que ayer hizo pública el Instituto Nacional de Estadística (INE), en la región bajan la natalidad y el número de matrimonios y aumenta la mortalidad.

El año pasado nacieron 10.089 niños en la región, casi 300 menos que en el 2009 y 754 menos que en el 2008, año que registró el mayor número de nacimientos en la región desde mediados de la década de los noventa.

El aspecto más alarmante es la caída de la tasa bruta de natalidad, ya que se ha reducido en un 2,3%, situándose en 9,32 nacimientos por cada mil habitantes. Este descenso es menor que el registrado en el 2009, cuando la natalidad cayó más del 4%. Por tanto, el número de alumbramientos de la región está por debajo de la media nacional, que el pasado año se situó en 10,51, su nivel más bajo desde el 2003. Extremadura se sitúa así entre las comunidades autónomas con la tasa de natalidad más baja del país, solo por detrás de Asturias (7,39), Galicia (8,07), Castilla y León (8,24) y Canarias (8,69).

Por el contrario, las regiones donde más partos hubo fueron Andalucía, con 92.620 nacimientos; Cataluña, con más de 84.000 y Madrid, con más de 72.500.

En cuanto a la tasa de nupcialidad, en el 2010 se casaron casi 4.000 parejas en Extremadura, cerca de 800 matrimonios menos que en el 2009. Sin embargo, los extremeños somos más tradicionales a la hora de celebrarlo, ya que solo 3 de cada 10 fueron por la vía civil, mientras que en el conjunto del país son casi 30.000 los matrimonios que deciden acudir a la iglesia.

300 FALLECIMIENTOS MAS Según el INE, el pasado año murieron un total de 10.736 personas, aumentando así en más de 300 la cifra del 2009. De este modo la tasa bruta de mortalidad sube hasta los 9,92 fallecidos por cada mil habitantes, tendencia contraria a la nacional, que ha registrado un ligero descenso con respecto a 2009, llegando a 8,34 por cada mil. Los datos más elevados de este indicador los encontramos en la comunidades donde la inmigración ha sido menor en los últimos años, por lo que su población se encuentra más envejecida. A la cabeza está el Principado de Asturias con 12,06 fallecidos por cada mil habitantes, y le siguen Galicia (12,8) y Castilla y León (10,7).

Esto hace que Extremadura se coloque entre las cinco regiones en las que el crecimiento vegetativo (diferencia entre el número de nacimientos y el número de defunciones de una población) está en números negativos. En total, ha habido 647 defunciones más que nacimientos, un problema grave, ya que la tendencia ha seguido en números rojos los últimos doce años, sin contar el ejercicio del 2008.

EL PEOR DATO DESDE 2005 Más preocupante es la tendencia nacional. El INE destaca que, a pesar de registrarse un menor número de defunciones en el país, el descenso de la natalidad ha conseguido reducir el crecimiento vegetativo de la población hasta las 105.388 personas, el nivel más bajo desde el 2005. Esta es una de los principales factores que puede poner en peligro el sistema de pensiones.

El descenso en el número de nacimientos que ha experimentado el país, tras diez años de crecimiento, según el INE, se debe a "un descenso progresivo del número de mujeres en edad fértil", ya que el número de hijos por cada mujer (índice de fecundidad) sufrió un ligero descenso respecto al 2009, situándose en una tasa del 1,38.

También es destacable que son las mujeres extranjeras las que sustentan la natalidad del país, ya que aunque se haya estabilizado, los hijos de madre extranjera suponen más de un 20% de total de nacimientos en toda España.

Otros dato que se desprende de las estadísticas es que la edad media a la que las mujeres españolas son madres es 31,9 años, retrasando su embarazo un poco más que la media, mientras que las extranjeras siguen teniendo a sus hijos antes de los 29.