La sanidad extremeña consiguió el año pasado, por primera vez en su historia, que el índice de negativas familiares a la donación de órganos se situase por debajo del 20%. En concreto, esta tasa de rechazo a la donación ha pasado del 24,3% en el 2005 al 5,8% en el 2006, puesto que sólo 2 de las 34 familias consultadas se negaron a que pudiesen reutilizarse los órganos de los fallecidos.

El director gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES), Francisco García Peña, resaltó que el año pasado Extremadura fue la cuarta comunidad --superada por Navarra, La Rioja y País Vasco-- con una menor negativa cuando hace apenas cuatro años era la región con más problemas en este sentido. El doctor José Antonio Juliá, uno de los responsables de la Coordinación Regional de Trasplantes, achacó este dato a que población extremeña está cada vez más informada y a que se han mejorado las entrevistas directas con los familiares.

Sin embargo, esta evolución positiva no ha tenido demasiado reflejo a la hora de valorar los datos totales de donaciones. Y es que el año pasado hubo uno total de 29 donantes efectivos, apenas 2 más que el año anterior.

Evolución natural Esto se debe a que se redujeron los donantes potenciales fallecidos en accidentes de tráfico --han pasado del 60% del total al 14%-- y han aumentado significativamente los fallecidos a los 55 ó 60 años por accidentes cerebrovasculares. Al ser los posibles donantes más mayores aumentan los problemas y las contraindicaciones médicas.

Pese a todo Julia del Viejo, coordinadora regional de Trasplantes, resaltó que que la donación en Extremadura ha aumentado un 6% mientras que en el conjunto de España se ha reducido un 3%, "y esto es un triunfo de todos". Del Viejo resaltó que en la comunidad se están llevando a cabo campañas y programas que están llamando la atención de otras comunidades.

El año pasado la tasa de donaciones por millón de personas se situó en la región en el 26,6 por el 33,8 nacional, aunque se acerca cada año a la media española y, como explicaron los expertos, no depende únicamente del sistema, sino de los donantes potenciales que se detecten.

A lo largo del 2006 se llevaron a cabo en la comunidad 41 trasplantes renales, 50 de córneas y 11 de médula ósea, mientras que otros 26 pacientes fueron derivados a otras comunidades. Al cierre del año la lista de espera estaba compuesta por 120 pacientes para riñón; 61 para córneas; 42 para hígado; 8 para corazón; 6 para páncreas; 5 para pulmón; y 2 para intestino.