TEres muy sexy!", le soltó la semana pasada un pequeño turco de 10 años a una veinteañera rubia, en un perfecto alemán, cuando ambos se cruzaron por el centro de Berlín. El chaval no lo sabía, pero con esta llamada de atención estaba confirmando una tendencia general: las nuevas generaciones de turcos se sienten muy cómodas en Alemania. El pequeño piropeador probablemente sea el nieto de uno de aquellos inmigrantes turcos llegados en los años 60 como 'Gastarbeiter´, o trabajadores invitados. 50 años después, los turcos representan la primera minoría del país germano, superando los 2.600.000 habitantes.

XLOS TURCOSx parecen sentirse cómodos en Alemania, pero eso no quiere decir que se hayan integrado por completo. La razón puede deberse a que en ciudades como Berlín, donde residen 120.000 personas de origen turco, la mayoría de ellas viven 'embolsadas´ en tres barrios: los céntricos Mitte, Kreuzberg y Neukölln. Es posible encontrar alemanes viviendo en esos distritos, pero no es tan común hallar turcos viviendo en otros barrios de mayoría alemana, como por ejemplo Friedrichshain o Prenzlauer Berg, a apenas 15 minutos en bicicleta del centro.

XA ESTASx alturas se estarán preguntando por qué cito la torta del Casar en el título, si solo estoy hablando de turcos. El enlace llega a través de Kottbusser Damm, una calle que une los citados barrios de Kreuzberg y Neukölln. Kottbusser Damm es una avenida de apenas un kilómetro abarrotada de comercios turcos. Cada 50 metros el patrón se repite: tienda turca de ropa, tienda turca de móviles, cafetería turca, supermercado turco, puesto de kebap y otra vez tienda de ropa, tienda de móviles... En una bocacalle de Kottbusser Damm, la tienda Azafrán ha roto la tendencia.

XCOMOx si de una aldea de irreductibles galos se tratara, esta tienda española ha decidido hacer frente a un entorno hostil --solo en términos de competencia mercantil, la convivencia es excelente-- ofreciendo una poción mágica en forma de productos de calidad, entre los que se encuentran, por fin está aquí, la torta del Casar.

David Salcedo , uno de los promotores de la tienda, sabe que se han situado en un enclave difícil, pero está convencido de que los productos españoles tienen cabida en el mercado alemán si se trabaja con cuidado y esmero en su introducción. No obstante, la buena voluntad no basta y David probablemente no habría podido abrir su negocio si no hubiera sido por algunas facilidades que le ha proporcionado el gobierno alemán.

XY AQUIx es cuando entra en escena el tercer concepto del título, los minijobs. Etimológicamente, incluso el que solía suspender inglés sabe que minijob significa trabajo pequeño. El peligro podría surgir si se confunde trabajo pequeño con trabajo precario. Andrea Fernández, empleada de Azafrán, representa un caso paradigmático en el mundo de los minijobs y nos explica en qué consisten: los minijobs son empleos en los que el sueldo máximo no puede superar los 450 euros, libres de impuestos, por un número determinado de horas.

XEN OCASIONESx el gobierno además te da una ayuda mensual, hasta llegar normalmente a un salario de 600 euros. El Estado también te paga la 'Krankenkasse´ (el seguro médico) y, en ciertos casos, las clases de alemán.

Gracias a esta fórmula, la tasa de paro en Alemania se mantiene baja en plena crisis de la zona euro, situándose por debajo del siete por ciento. Sin embargo, esta envidiable cifra esconde un veinte por ciento de trabajadores contratados con un minijob, lo que supone 7,4 millones de personas con un sueldo de supervivencia.

XALGUNOSx críticos con esta fórmula de empleo creen, según recoge el Wall Street Journal en el artículo Minijobs lift employment but mask German weaknessî, que si el minijob se mantiene como norma y no como forma de arrancar un negocio, ahondaría en la brecha social. Esto podría provocar que en un futuro hipotético los turcos no fueran los únicos con problemas para integrarse en determinados barrios o ciudades alemanas.