La Sociedad Extremeña de Neurología (Sexne) tendrá preparado a finales del 2003 o a principios del 2004 un proyecto para pedir al SES la apertura en los hospitales de unidades de ictus que atiendan especializadamente a los casi 2.000 extremeños que sufren al año infartos cerebrales.

Así lo anunciado el miembro del Sexne y neurólogo del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres José María Ramírez durante la presentación de la VI Reunión Anual de la Sociedad, que tendrá lugar el 17 y 18 de octubre en Mérida. Ramírez subrayó que estas personas, especialmente en fases agudas, requieren servicios específicos para atenuar las posibles secuelas.

Más de 600 extremeños mueren por ictus al año y otros tantos sufren demencias definitivas, un problema que podría paliarse si se contara con este tipo de unidades. Ramírez reclamó que se establezcan los mecanismos "fuera y dentro de los hospitales", especialmente en Urgencias, para que los pacientes "lleguen cuanto antes a las unidades de ictus".

A su juicio, desarrollar el proyecto es "posible en un breve plazo" porque "la infraestructura es fácil de lograr y no se precisan dotaciones especialmente grandes".

Según la Sexne, la incidencia en Extremadura es más alta que la media nacional, ya que la región es la cuarta en mortalidad por esta causa. El ictus afecta fundamentalmente a mayores de 55 años, sobre todo si fuman, son hipertensos y diabéticos, y tienen altas dosis de colesterol.