Los trenes se nos averían en medio del campo, los aviones nos los desvían por la niebla. Feliz día de Reyes en Extremadura reclamando un vuelo cancelado a Barcelona por no haber querido ir en tren», era la denuncia que el periodista extremeño José Antonio Moreno hacía ayer en la red social Twitter al ser uno de los afectados por una nueva incidencia en el aeropuerto de Badajoz. Los bancos de niebla obligaron a, efectivamente, tener que cancelar el servicio que estaba previsto que despegara de Badajoz a las 9.40 para llegar a Barcelona a las 11.15 horas. La alternativa fue desplazar a los pasajeros hasta Sevilla en autobús para coger un vuelo que los llevara a destino. Asimismo, el avión que procedía de Barcelona y que tenía previsto aterrizar en el aeropuerto pacense a las 9.10 horas también fue desviado a Sevilla. Allí los pasajeros continuaron su viaje en autobús hasta Badajoz (no sin antes tener que esperar alrededor de una hora para iniciar el recorrido). Si este trayecto se cubre en menos de dos horas en vuelo directo, con este contratiempo ronda, como mínimo, las cinco horas. «Estamos pagando entre todos una Obligación de Servicio Público, ¿para qué? ¿para que programen vuelos a esta hora en invierno cuando normalmente hay niebla?», se lamentaba José Antonio Moreno.

Su vuelo tenía que haber llegado a Barcelona a las 11.15 de la mañana, pero pasadas las 18.00 horas los pasajeros aún estaban en Madrid (llegados desde Sevilla) esperando para embarcar de nuevo.

INDIGNACIÓN / Esta incidencia volvió a provocar el enfado y la indignación de los viajeros, que expresaron su malestar en redes sociales y recordaron que no se trataba de algo anecdótico.

De hecho, desde el pasado 1 de diciembre el aeropuerto de Badajoz ha vivido 24 vuelos cancelados y 9 desviados a causa de la niebla. Con la de ayer, suman ya 34 incidencias en prácticamente un mes.

La compañía aérea que opera en la comunidad, Air Nostrum (filial de Iberia), ha asegurado en otras ocasiones que los problemas de niebla «son puntuales y propios de estas fechas». Y justifica que estos no solo se producen en Badajoz, sino también en otros como León, San Sebastián, La Rioja o Ibiza. «Para nosotros la seguridad de los pasajeros es lo primero, aunque ello a veces comporte molestias para nuestros clientes», subrayan.

SIN APENAS VISIBILIDAD / Para aterrizar en el aeropuerto de Badajoz se necesita un mínimo de 542 pies de visibilidad vertical y 2.100 metros de visibilidad general; durante la mañana de ayer la niebla osciló entre los 100 y 300 pies de visibilidad vertical y los 200 y 400 metros de visibilidad general.

No obstante, existe un sistema de ayuda al aterrizaje en condiciones de baja visibilidad ILS categoría I. En Madrid, por ejemplo, funciona ese mismo sistema ILS pero de la categoría III, la máxima.

De manera que en Badajoz solo se puede operar con una visibilidad mínima vertical no inferior a 61 metros y una visibilidad mínima en horizontal no inferior a 800 metros. Por debajo de estos mínimos, y por seguridad, se cancela la actividad.

El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, se mostró el pasado día 28 de diciembre (cuando se produjeron también incidencias) partidario de mejorar el sistema que facilita las operaciones en caso de niebla para evitar más cancelaciones y desvíos. Además, añadió que esas nieblas intensas en esta zona «no son una excepción, sino algo habitual», especialmente en diciembre.

LA OSP / Habría que recordar que los vuelos desde Badajoz a Madrid y Barcelona tienen categoría OSP (Obligación de Servicio Público), lo que ha supuesto su mejora de precios y horarios para convertirse en una alternativa para viajar desde y hacia la comunidad autónoma.

A Madrid hay dos vuelos diarios de lunes a viernes (se puede ir y venir en el mismo día) y otro más los domingos. A Barcelona el avión sale los martes, jueves, viernes y domingos; un servicio al día.

El precio medio por trayecto a ambas ciudades ronda los 60 euros, dependiendo de la fecha.