La cantante gaditana (1972) es una de las invitadas al Festival Flamenco Guadalupe de Badajoz. Su flamenco pop la ha conducido al éxito popular

El flamenco pop de Niña Pastori está en trance. Junto a su compañero Chaboli va anotando letras, probando melodías para un próximo disco, que sucederá a Joyas prestadas , que presentó en el 2006 con famosas canciones de intérpretes como Serrat, Alejandro Sanz o Antonio Machín. Algunos de esos temas de otros, más una selección de los que han marcado su carrera de intérprete, cerrarán el Festival Flamenco Guadalupe 2007, que reúne a la cantante gaditana junto a los bailaores Antonio Canales y Manuel Liñán y a la cantaora extremeña Esther Merino.

El festival, incluido en el programa de actos de Guadalupe Año Jubilar, tiene lugar en la explanada de la alcazaba de Badajoz. María Rosa García ya no se desprenderá de su segundo nombre, aunque no sea precisamente una niña (pero sí Pastori, que de ese apodo procede su familia).

No es la primera vez que esta cantante, avalada en sus comienzos por Camarón de la Isla, actúa en Extremadura. "Es una buena tierra, de gentes entendidas y de mucha afición al flamenco y a la música", afirma al otro lado de teléfono antes de hacer unos encargos.

¿Qué veremos en Badajoz? "Bueno, voy a compartir el escenario con otros compañeros. Juntos pero revueltos, ¿eh? Creo que yo cierro el concierto, cantando una selección de los temas de mis discos". Para la cantante de Cañaílla esta será la primera vez que comparta el escenario con el bailaor Antonio Canales, "un hombre que ha hecho cosas nuevas, alguien valiente".

Para tratarse de un festival flamenco, Niña Pastori no es estrictamente una cantaora, aunque no renuncia a grabar en algún momento un disco de flamenco. "Sería una cosa que me apetecería. Pero no lo sé. Si llega el momento lo haré. Es algo que surge o surge. Te van viniendo ideas, cosas".

Su éxito fulminante en 1996 con una música aflamencada la llevó por esa vía que la situaba en el contexto de grupos como Ketama. Pero ella no pierde de vista el flamenco. "He aprendido mucho de él porque es la música que más me gusta y aunque ha vivido etapas mejores y peores, lleva unos años en que está en un momento buenísimo. Es nuestra música de España. Hay algunos de fuera que han intentado hacerla, pero los mejores intérpretes sólo han salido de España".

Pero su próximo disco no será de flamenco. Aún está en ese trance de la preparación. "Ahora empezaré a grabar maquetas", declara. "Siempre estamos escribiendo mi marido y yo", dice al mencionar al percusionista Chaboli, que es el fiel de su balanza vital.