Azuaga El niño de cuatro años que falleció el jueves aplastado por una viga al desplomarse parte del techo de un patio de su casa que se encontraba en obras fue enterrado en la tarde de ayer en medio de escenas de dolor de familiares y vecinos. La vivienda continúa precintada por la Guardia Civil. Agentes de la unidad de Policía Judicial seguían ayer en la casa para determinar las razones del desplome que terminó con la vida del pequeño. El fuerte temporal y el hecho de que esa parte de la casa estuviera en obras fueron claves para el trágico desenlace.