Un niño de 13 años se encuentra ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Materno infantil de Badajoz, tras sufrir un paro cardíaco ayer por la mañana mientras se encontraba en el instituto. El menor sufre una hipertrofia ventricular, «una malformación en el corazón que puede originar una fibrilación», explican fuentes del SES. Se encuentra bajo vigilancia, a la espera de que se le realicen más pruebas y estudios que determinen el alcance de esa dolencia.

Según ha podido saber este diario, el joven, un alumno del IES San Martín, se encontraba en el recreo junto a otros compañeros cuando ha sufrido un desvanecimiento y ha quedado inconsciente. Sucedió sobre las 11.30 de la mañana, que es la hora a la que ha recibido el aviso el servicio de emergencias 112, que ha movilizado los distintos recursos, indican fuentes de la Junta de Extremadura.

En primer lugar han accedido al centro escolar los sanitarios del centro de salud más próximo y una unidad de la policía local. Estos facultativos son los que han iniciado los trabajos de reanimación hasta que ha llegado una ambulancia medicalizada donde se han continuado con los trabajos para estabilizar al niño. Ha sido entonces cuando se ha determinado avisar a un helicóptero para agilizar la evacuación del joven. La aeronave a tenido que aterrizar en la ciudad deportiva de la localidad, adonde se dirigió la ambulancia con el menor, que fue evacuado a las 12.30 horas al Hospital Materno Infantil de Badajoz. Allí permanece ingresado a la espera de su evolución.

revuelo/ El niño lleva un año viviendo en Talayuela junto a su familia y, según indican algunas fuentes consultadas por este diario, desconocía la afección que tenía en el corazón.

Lo sucedido ayer por la mañana generó inicialmente cierto revuelo entre los familiares de los alumnos del instituto, que no sabían quién era el niño afectado, explica el alcalde Raúl Miranda. «Afortunadamente parece que está estable», destacó.

Precisamente, la Consejería de Sanidad ultima un decreto que obligará a instalar desfibriladores en los centros educativos, aunque únicamente los de más de 700 alumnos. Varios sindicatos educativos han reclamado, en todo caso, que la medida se extienda a todos los centros educativos. De hecho en enero ANPE llevó al Consejo Escolar esta propuesta.

Unos días antes, el 8 de enero, dos alumnos del IES Norba Caesarina de Cáceres salvaron la vida a un compañero al practicarle la reanimación cardiopulmonar tras desvanecerse por un paro cardíaco en clase.