Guillermo Fernández Vara prometió ayer en su discurso de investidura ser muy reivindicativo con el Gobierno central. De cara a la reforma del sistema de financiación autonómica, pedirá «que se dote adecuadamente» a la sanidad para no perder comba en el futuro, ya que «salvar vidas cuesta dinero». Según el candidato socialista, tenemos que ser capaces de crear un sistema sontenible que haga frente a los nuevos tratamientos basados en la genética, que son caros, y sobre todo, que piense en las personas y no en los territorios y que priorice la solidaridad por encima de la ordinalidad.

En materia fiscal, Fernández Vara también reclamará al nuevo gobierno la armonización del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Su objetivo será que se establezcan unos tipos mínimos que impidan prácticas como el denominado dumping fiscal entre regiones, una cuestión que ha perjudicado a Extremadura.

Además, el candidato socialista a la presidencia de la Junta abogó por poner encima de la mesa el Estatuto de Autonomía para que se cumpla: «deuda histórica, inversiones extraordinarias (obligan al Estado a invertir anualmente una cantidad en Extremadura hasta que converja con la media española) y un tren que nos haga superar la vergüenza y la desvergüeza que hemos sufrido este tiempo», dijo arrancando los aplausos de la bancada socialista. «Estamos un poquito cansados de demasiadas cosas, ni más juego con el tren, con los regadíos y con las cosas que son de comer para nuestra tierra», continuó.

Por último, Fernández Vara pidió que el nuevo gobierno de España se constituya «cuanto antes», pues explicó que la región ha perdido ya 24 millones de euros de la ley de dependencia que venían recogidos en los presupuestos que elaboró el Ejecutivo de Pedro Sánchez y que no se aprobaron.